Tal vez te encuentres en proceso de organizar las próximas vacaciones en familia. Si en casa sois seguidores de la magia Disney y queréis vivir una experiencia inolvidable, os invitamos a pasar los mejores días de vuestra vida a bordo de un crucero Disney, con Disney Cruise Line. Una aventura inolvidable para todos.

“Ohana” significa familia

¿Te imaginas hacer las maletas y no tener que preocuparte por trasbordos, esperas en el aeropuerto, de entretener a los más peques, y de horas y horas andando por ciudades?

Te ofrecemos la posibilidad de subir a bordo de un lugar de cuento. Un barco único en el que encontrarás entretenimiento a todas horas.
El crucero Disney está organizado de tal modo que disfrutarás de planes a tu medida tengas la edad que tengas.
Los camarotes Disney se encuentran entre los primeros de la industria en estar adaptados para las familias. Podéis escoger la opción que más os guste.
Además, dispondréis de baño dividido en dos estancias: una para el lavabo e inodoro y otro para la ducha.

Hasta el infinito y más allá

Nada más poner un pie a bordo, tendréis ganas de recorrer cada uno de sus 294 metros y, como si del propio parque temático se tratara, descubrir qué sorpresas os deparará el trayecto.

El Walt Disney Theatre, un majestuoso teatro con una capacidad para 977 personas acoge musicales al más puro estilo de Broadway. La calidad, los efectos especiales y las canciones Disney más emblemáticas de la historia son los protagonistas.

Otra opción es disfrutar de estrenos de cine en este mismo escenario. Podréis ver las últimas películas de la cartelera con la última tecnología. Y con palomitas incluidas.

Si los adolescentes prefieren hacer planes en grupo, pueden acercarse hasta la zona Edge (para jóvenes de entre 11 y 13 años) o el área Vibe (más adecuada para aquellos entre 14 y 17 años).

 

Entre plan y plan, no olvidéis pasar a saludar a todos los personajes Disney que se encuentran por el barco.
Podréis fotografiaros con cinco capitanes diferentes: el Capitán del barco, el Capitán Mickey, el Capitán Garfio, el Capitán Jack Sparrow y el Capitán América. Estarán encantados de hacerse una foto para vuestro álbum.

Si los más pequeños de la casa tienen entre 3 y 12 años, se sentirán fascinados en el Disney’s Oceaneer Club. En este espacio podrán visitar el cuarto de Andy de Toy Story, con todos sus protagonistas; la Avengers Academy, en la que el Capitán América les entrenará y ayudará a perfeccionar sus dotes de superhéroes; O la zona pirata, con proyectos artísticos, informáticos y un simulador de navegación.

En el caso de que los niños de tu familia sean un poco más pequeños, de entre 6 meses y 3 años, encontrarán su lugar en el It’s a Small World Nursery, un espacio en el que cantar y sacar su talento escénico junto al resto de niños de la tripulación.
Se sentirán como pececillos en el agua escuchando los mejores temas de Disney junto a los protagonistas de las películas.

Sigue nadando

Y como peces en el agua os sentiréis también en las cubiertas superiores del barco. Si sois atrevidos, podréis bajar deslizándoos por el AquaDunk, un tobogán de tres pisos de altura con caída vertical que se activa mediante una trampilla. ¡Apto para lo más valientes!

Junto a éste y para niños más pequeños se encuentra la AquaLab, una zona en la que el Pato Donald y sus sobrinos Jaimito, Jorgito y Juanito os darán cobijo y algún que otro chorrazo con cañones de agua.

Hay un amigo en mí

Seguro que tanto entretenimiento os empieza a dar hambre. Pues nada mejor que llenar la panza en uno de los restaurantes temáticos situados por todo el barco.

Disponéis de varias opciones: el Carioca’s, inspirado en Río de Janeiro y sus festividades; el Animator’s Palate, vestido con un montón de pantallas en las que se proyectan escenas de películas Disney; Cabanas, con un buffet libre y capacidad para casi 500 personas; o el Restaurante Palo, exclusivo para adultos y en el que degustar platos de alta cocina italiana en un entorno de ensueño.

Una de las cosas que más gustan y sorprenden es el sistema rotativo de cenas. Cada noche podréis acudir a un restaurante diferente para probar todas las opciones gastronómicas, y, en todos ellos, seréis atendidos por el mismo camarero. Tendréis a vuestra disposición a la misma persona quien os aconsejará y servirá sabiendo de antemano vuestros gustos.
Práctico, ¿verdad?

Hakunna Matata

Si disponéis de unas cuantas horas en pareja, nada mejor que acabar la noche bailando en la After Hours, la zona de entretenimiento para adultos.

En el Fathoms podréis danzar rodeados de efectos de luz inspirados en el océano; en el Keys Piano Bar and Lounge podréis tomar un cocktail tranquilamente. Y el O’Gill es la tercera opción, un pub irlandés en el que se retransmiten competiciones deportivas. Si os han marcado un gol y no ha habido opción, esté lugar es vuestro mejor plan nocturno.

Aunque no lo parezca, en un crucero Disney también hay tiempo para relajarse.

Acercaos hasta el Senses Spa & Salon y dejaos mimar con un masaje. O si ya que os ponéis preferís optar por un completo, pasaos por el Smile Spa a blanquearos los dientes o por la barbería a arreglaros el cabello.
Luciréis más brillantes que la lámpara de Aladdín.

«Supercalifragilísticoespialidoso», así califican este crucero aquellos pasajeros que ya han viajado en él.
Y es que muy pocos trayectos acaban con una fiesta pirata y fuegos artificiales en alta mar.
Os sentiréis como en la escena final de La Sirenita y quién sabe, igual hasta podréis saludar al Rey Tritón y sus hijas desde la borda.