Islas Jónicas: las otras Islas Griegas

Playa de Navagio o del naufragio en Zakynthos

Cuando pensamos en las Islas Griegas, no pensamos inmediatamente en las Islas Jónicas ya que todos tenemos en mente nombres tan evocadores como Mykonos, Santorini, Corfú, Rodas o Creta. Y sin duda, todas estas islas merecen estar en el imaginario popular, porque atesoran suficientes razones para ello: magníficas playas, una gastronomía típicamente mediterránea, y unos habitantes que se vuelcan con los millones de turistas que las visitan cada año.

Sin embargo, aparte de estas maravillosas islas, Grecia cuenta con 227 islas habitadas de un total de 1.400 repartidas entre 7 archipiélagos, las opciones no se reducen únicamente a las más conocidas.

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Islas Jónicas

La fama se la lleva Corfú, pero el Archipiélago de las Islas Jónicas, situado en la costa noroccidental de Grecia, cuenta además con las islas de Kefalonia, Ítaka, Kythira, Lefkada, Meganisi, Paxoi y Antipaxoi, y Zante. A continuación te hablamos de dos de ellas:

Zante – Zakynthos

Puente de madera en Zakynthos

Puente de madera en Zakynthos

Zante o Zakynthos es una hermosa isla con un rico pasado histórico, que ya fue nombrada en “La Odisea” de Homero, y sus habitantes participaron en la expedición contra Troya.

Atenienses, Macedonios, Romanos y Bizantinos pasaron por sus tierra, y en el siglo XV fue anexionada a la República de Venecia. Siglos después sería ocupada por franceses, rusos, británicos, italianos y alemanes, hasta su recuperación por parte de Grecia tras la 2ª Guerra Mundial.

La isla de Zakynthos consta de 40 km. de largo y 20 km. de ancho y cuenta con una zona fértil y llana en la parte sur – donde se cultivan y producen cítricos, aceite de oliva y las famosas uvas pasas de Zante – y otra más montañosa hacia el oeste. En ella nació, a finales del siglo XVIII, el poeta Dionisios Solomós, de cuyo poema “Himno a la Libertad” fueron tomadas sus dos primeras estrofas para conformar el himno nacional griego. También en Zante nació, cuando la isla pertenecía a Venecia, el poeta italiano Ugo Foscolo.

Precisamente el pasado veneciano de la isla está muy presente en Chora (se pronuncia “Jora”), la capital, si bien ésta fue destruida casi completamente como consecuencia de un terremoto de 1953 y los incendios que se originaron a continuación.

Barcos pesqueros en la costa de Zakynthos

Barcos pesqueros en la costa de Zakynthos

Sus calles, especialmente las cercanas al puerto, están llenas de tabernas y restaurantes donde deleitarse con alguno de los platos locales: Boutridia (un guiso de vegetales), Sofigadoura (coliflor estofada) o Frigania (postre típico) son sólo algunos ejemplos. Sin olvidar, por supuesto, los pescados frescos que cada día llegan al puerto. No dejes de visitar la Iglesia Faneromeni, la Catedral de San Dionisios o la Iglesia de Agios Nikolaos.

Otros lugares que no debes perderte en esta tranquila isla son las ruinas del Monasterio Panagía Skopiótissa, el atardecer en Porto Roxo, o los paisajes de Porto Limnionas.

En cuanto a las playas, la lista es casi interminable: Kalamaki, Laganás, Daphni, Makris gialos,… En barco podrás llegar y bañarte en los acantilados de las Blue Caves y en la cercana isla de Marathonisi. Y si eres capaz de resistir el fuerte olor a azufre, tampoco debes perderte las cristalinas aguas y la arena blanca de Xigia.

Playa de Navagio

Playa de Navagio

En la bellísima playa de Gérakas, con un poco de suerte, podrás contemplar la eclosión de los huevos de la tortuga careta (Caretta caretta), endémica de Zakynthos. Y en la Playa del Naufragio o Navagio Beach (sólo accesible por mar) podrás pasear entre los restos de un carguero que encalló en ella como consecuencia de una fuerte tormenta. Las vistas de la playa desde los altos acantilados que la rodean te dejarán sin aliento (si el vértigo te permite acercarte a disfrutar de las vistas).

Cómo llegar: En avión desde Atenas, y en ferry desde Patras y Kilini, en la Grecia continental.

Cefalonia – Kefalonia

Playa de Assos en Cefalonia

Playa de Assos en Cefalonia

La Historia de Cefalonia es prácticamente calcada a la de su vecina Zakynthos, incluso a lo que a terremotos se refiere. Sin embargo, esta isla está ligada a nuestro país por un hecho histórico diferenciado, y es que en el año 1500, el español Gonzalo Fernández de Córdoba (el famoso “Gran Capitán”), tras un cruento asedio, la liberó para la República de Venecia de manos de los turcos, comandando un escuadrón de soldados hispanos y venecianos.

La mayor de las Islas Jónicas (773 Km2) es muy rica en biodiversidad y, gracias a un buen número de especies endémicas (como el Abeto Griego o Abeto de Cefalonia), así como al Parque Natural del Monte Ainos y otras zonas protegidas, forma parte de la Red Natura 2000 de la Unión Europea. Además de lugar de nacimiento de algún Primer Ministro y varios importantes doctores, entre otros muchos personajes ilustres, en Cefalonia habitaron, por ejemplo, Lord Byron (autor británico) o Rick Wright (teclista y vocalista de Pink Floyd).

La gastronomía griega en general, y jónica en particular, tiene en Cefalonia algunas variedades locales dignas de mención, como la Aliada (pulpo hervido con ajo, servido con puré de patatas) o la Galaktobureko (hojaldre relleno de una especie de crema de leche). Los vinos locales son variados, destacando el Robola.

Cefalonia puede presumir de contar con una de las 10 mejores playas del mundo, Myrtos, a la que se unen otras muchas que no le tienen nada que envidiar, como Xi, Lourdas o Antisamo, por nombrar sólo algunas de las que tienen nombre, porque si incluyésemos las que ni tan siquiera lo tienen, no acabaríamos nunca.

Playa de Myrtos

Playa de Myrtos

En una isla tan grande y con tanta Historia, los lugares de interés son numerosos. Catacumbas, tumbas micénicas, ruinas romanas que incluyen un teatro, y restos bizantinos salpican Cefalonia de norte a sur y de este a oeste.

El Museo Arqueológico de su animada capital, Argóstoli, reúne una buena colección de objetos de distintas épocas. Los mejores edificios medievales se encuentran en Ayios Andreas o en Assos. Y no debemos olvidar sus numerosas iglesias y monasterios, entre los que destacan el del patrón de Cefalonia, Agios Gerasimus. O espacios naturales como las Cuevas Drogarati o el hermoso lago subterráneo de Melissani. O sus numerosos y encantadores pueblos, como Crane, Fiskardo, Cataeli (Kateleios), Poros, Same, y un largo etcétera.

Lago de Melissani

Lago de Melissani

En esta isla se rodó la película “La Mandolina del Capitán Corelli”, protagonizada por Nicholas Cage y Penélope Cruz, basada en el libro del mismo nombre de Louis de Bernières, y que a su vez se basa en hechos reales que tuvieron lugar en Cefalonia en los estertores de la 2ª Guerra Mundial.

Cómo llegar: En avión desde Atenas, y en ferry desde Patras, Kilini y Astakós, en la Grecia continental.

¿Conoces alguna de las otras Islas Jónicas? Cuéntanos tus impresiones y recomendaciones aquí:

 

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1 Comentario

  1. Nota del autor.-

    Acabo de regresar de pasar dos semanas en Zakynthos y Kefalonia, tras cinco años desde mi última visita a estas islas, y me gustaría compartir con vosotros algunos «tips», por si pueden seros útiles.

    En Zakynthos, teníamos idea de ir principalmente a la Playa de Gérakas, pues es nuestra favorita, con visitas puntuales a Porto Roxo y Porto Limnionas, así como la necesaria excursión en barco para llegar a Navagio, Xigia o las Blue Caves (excursión absolutamente imprescindible). Sin embargo, hemos descubierto dos «nuevas» playas que nos han cautivado: Banana Beach y Porto Zorro. En Banana Beach hay varias zonas diferenciadas. Así, «Casa Playa» tiene un ambiente mucho más juvenil y animado (que, salvando las distancias, me recordaba a «Super Paradise» en Mykonos, por lo que es el que más nos ha gustado), mientras que «Banana Baya» e «Ionian Beach» tienen un ambiente más familiar. En cualquier caso, las tres zonas cuentan con buenos beach bars en los que comer a un precio bastante razonable (incluso te sirven en las tumbonas). Porto Zorro, por su parte, tiene igualmente un ambiente familiar, aunque quizás un poco más exclusivo, así como un par de beach bars, algo más caros.

    En Chora Zakynthos, donde han renovado la Plaza Solomos y sus alrededores, dotándola de un ambiente muy agradable, hemos descubierto dos restaurantes muy recomendables: «Nostimon» está en el Paseo Marítimo, muy cerca de la Iglesia de Agios Dionysios, y ofrece cocina griega tradicional. Destaca especialmente un plato típico de la casa, consistente en queso feta cubierto de pasta filo y servido con miel. Delicioso. Por su parte, cuando visitamos el antiguo Cementerio Judío de la ciudad (por cierto, merece mucho la pena profundizar por qué Zakynthos recibe el sobrenombre de «la isla de los justos») y las cercanas ruinas del Castillo veneciano, terminamos en un magnífico restaurante con unas vistas privilegiadas de la población: «Movida». La cocina consistía en una interpretación vanguardista de platos griegos tradicionales. Simplemente, espectacular.

    En Kefalonia, por su parte, nos alojamos en la parte norte de la isla, cerca de Fiskardo (localidad que conserva cierto espíritu marinerno, y donde cenar es una auténtica delicia en locales como «Vasso’s», «Tselenti», «Tassia» o «Elli’s»), mucho más tranquila que el sur. Las playas en esta zona son principalmente de roca, como «Foki» (con olivos casi a borde del agua), «Emblisi», «Kimilia», «Kalamaki», «Dafnoudi» (para acceder a estas tres últimas hay que caminar un rato desde donde se deja el coche) o «Alaties Beach» (desde la que se disfruta una magnífica puesta de sol). Sin embargo, sin duda alguna las mejores son «Myrtos» (considerada con razón una de las 10 mejores playas del mundo) y «Antisamos» (esta en la zona central de la isla). Para disfrutar de estas dos playas, te recomiendo llegar antes de las 10 de la mañana. El último día estuvimos en Makris Gialos, al sur, con arena dorada y aguas casi igual de cristalinas que las del norte, aunque con más personas.

    Y te recomiendo también pasar un día en el bellísimo pueblo de Assos donde, además de disfrutar de sus aguas, podrás comer magnífico pescado recién traído a puerto.

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