Ya lo dice la mítica (y versionada) canción de Billie Holiday: «Autumn in New York, why does it seem so inviting?». Y aunque es cierto que en Nueva York siempre hay algo que hacer y que descubrir, lo habitual es acabar tirando de las rutas más turísticas y, muchas veces, masificadas (sobre todo si es tu primera vez en la ciudad).
Y es que hay ciudades que inspiran y luego está Nueva York: A lo largo de la historia musical existen miles de canciones que evocan Nueva York, una vida, un amor, una noche… en la Ciudad que Nunca Duerme. Todo el que haya estado alguna vez en la ciudad lo sabe, lo siente, es un sitio que no se olvida y ha sido el centro de inspiración para muchos artistas a lo largo de los años.
Si eres de los que no necesita visitar todos y cada uno de los «emblemas» turísticos de la Gran Manzana, o simplemente quieres redescubrir esta cambiante ciudad con una mirada diferente, recopilamos algunas opciones originales y planes alternativos con los que conocer Nueva York y disfrutar de sus infinitas bondades, por qué no, desde otra perspectiva.
¡Un itinerario recomendado especialmente si lo que buscas es sentirte como un new yorker de verdad!
Williamsburg (Brooklyn)

Pensar en Williamsburg y en la Avenida Bedford es pensar en obras de arte pintadas en las calles, comunidades vanguardistas, un ambiente hípster y locales con mucho, pero mucho, encanto. Un barrio con un perfil industrial que, en los últimos años, se ha convertido en un hervidero de cafeterías y restaurantes originales, tiendas de segunda mano de las que no querrás salir y numerosos locales con música en directo. Sin duda, un ambiente de excepción que se mezcla con las mejores propuestas para disfrutar de la auténtica esencia de la ciudad.
Entre sus innumerables planes, toma nota: el segundo viernes de cada mes, las galerías de Williamsburg se mantienen abiertas hasta el anochecer y organizan las más diversas (y animadas) inauguraciones, fiestas y eventos especiales.
No dejes de cruzar el puente de Williamsburg, una construcción que conecta el barrio (en Brooklyn) con el Lower East Side (Manhattan) y que, aunque está completamente tapado por una verja, permite contemplar (con una visión diferente) el famoso “skyline” neoyorquino.
High Line Park, la nueva visita imprescindible en la ciudad

Un gran desconocido para la gran mayoría, que, cuando busca un rincón verde, corre a perderse entre la inmensidad de Central Park (¡por supuesto, una escapada también recomendable!). Pero si quieres algo distinto, no dudes en visitar este delicioso parque, un espacio que se ubica sobre una antigua vía ferroviaria y que se alza sobre las calles de Nueva York ofreciendo unas de las vistas más maravillosas de la ciudad. Y es que este parque elevado, considerado por muchos el espacio verde más bonito y original de Nueva York, se eleva sobre esta metrópoli a lo largo de 2 kilómetros de recorrido: desde Gansevoort Street hasta la calle 34 de la parte oeste de Nueva York. Un trayecto que, además, está repleto de bancos en los que podrás sentarte a disfrutar de las vistas o incluso, como acostumbran los neoyorquinos, tumbarte a tomar al sol cuando las temperaturas acompañan.
Para completar la experiencia, clases de pilates, visitas guiadas e incluso clases de astronomía se ofrecen de forma regular, y en su mayoría de manera gratuita, en las inmediaciones del High Line Park
Atrévete con Cyclone, la montaña rusa más antigua

Puedes darle a tu viaje un toque divertido y visitar Coney Island, la pintoresca playa de los neoyorquinos y ese lugar que, seguro, has podido ver en un sinfín de películas americanas. ¿No te pica el gusanillo? Si quieres disfrutar del Nueva York más auténtico no dejes de visitar esta zona. Además de una playa de fina arena, podrás encontrar hasta tres parques de atracciones (Luna Park, Dreamland y Steeplechase) y una gran variedad de los típicos (y llamativos) puestos de comida rápida.
¿Nuestra recomendación personal? No dejes de probar un hot dog en Nathan’s y atrévete a viajar en el tiempo en la mítica montaña rusa Cyclone, una atracción de madera construida en los años 20 y que aún hoy sigue en funcionamiento. Y es que esta montaña rusa, con una caída de 24 metros a 96 kilómetros por hora, está completamente realizada en madera, desde los coches hasta los 804 metros de vía por la que estos discurren. ¿Te animas a probar?
Recorre un auténtico jardín japonés en Brooklyn

Alfred T. White, un excéntrico magnate de principios del siglo XX, contrató en 1914 los servicios de un paisajista nipón con el objetivo de dotar a la ciudad de uno de sus espacios más singulares: El jardín japonés del estanque y la colina; un auténtico jardín japonés en el que, sin necesidad de salir de Nueva York, es posible apreciar hasta un magnífico Torii y un santuario shinto.
Actualmente, está considerado como uno de los jardines botánicos más apreciados de la ciudad. Un espacio para disfrutar de la tranquilidad y dejarte impresionar por sus maravillosos colores.
Un remanso de paz: el Templo Budista Mahayana

Como seguro que uno de los lugares que, sí o sí, tienes previsto visitar durante tu estancia en Nueva York es Chinatown, una última recomendación para terminar tu jornada de compras: Huir del bullicio de uno de los barrios más intensos de la ciudad. Dirígete hacia el 133 de Canal Street y entra en el Templo Budista Mahayana, el más grande de la ciudad. Un auténtico oasis de tranquilidad que está abierto de lunes a domingo de 8:00 a 18:00 horas (y en el que incluso ofrecen tours guiados para grupos).
Viajar a Nueva York es viajar a la ciudad infinita. Mi familia y yo no nos cansamos de ir y en cada escapada descubrimos lugares y rincones nuevos. Para mí viajar en otoño es ideal, no hace frío y no esta abarrotado de turistas. Tengo una agencia de viajes y en cuanto se da la posibilidad, es un destino que siempre repetimos!
Os recomendamos visitar el mirado de Dumbo, tiene unas vistas, que te dejarán sin aliento!
Un saludo!