SAii Phi Phi Island Village

Comentarios destacados

• marianar2016

  20 febrero 2020
  Muy poca amabilidad

  No se esfuerzan en tratarte bien. El Restaurante muy caro pero la calidad no esta acorde con los precios. Pedimos un pizza con cebolla caramelizada que figuraba en el menú, después de devolverla dos veces decidimos comerla sacándole la cebolla cruda. Quisimos cambiar plata y al segundo día que nos tenían que mas tarde, que mañana decidimos cambiar en un pequeño negocio fuera del hotel ya que en esa zona no hay nada. En la playa, el responsable de sombrillas y reposeras ni bien te alejabas un poco te sacaba lo colgado en la sombrilla y la cerraba. Éramos tres en la habitación y nunca conseguimos que nos dejaran 3 toallones, teníamos que reclamar. El lugar es muy lindo mala atención

  

• Paula Andrea D

  21 febrero 2020
  Excelente

  Hermoso lugar. La gente muy amable y atenta. El desayuno y la cena de primera calidad. De diez la limpieza. Un lugar paradisiaco para ir a descansar.hicimos excursiones desde el hotel!! Impecable!!!! Altamente recomendable

  

• ypalloni

  26 febrero 2020
  Una estadía de maravilla!

  Más allá del clima, que nos tocó mucho viento!, el hotel es hermoso! Las piletas, el servicio, el desayuno, TODO espectacular! Tienen muchas opciones veganas y gluten free! ALGO QUE SUMA MUCHÍSIMO, desde panes hast budines!! La verdad, volvería a ir sin dudarlo!!!

  

• Jota2015Ce

  11 marzo 2020
  Pretencioso, sin grandes lujos y con muchos aspectos a mejorar.

  Nos alojamos durante cuatro noche en una Villa con piscina y fue una experiencia muy regular. La villa nos pareció anticuada, incómoda, sucia y con olor a cerrado. No es accesible a personas con movilidad reducida ya que tanto la entrada al recinto como a la casa cuenta con escaleras. Lo mejor, la piscina privada, muy discreta, y las vistas frontales del mar. Preciosos los amaneceres. Está dividida en tres alas (para comunicarte entre ellas tienes que salir al hall, que está al aire libre): *A la izquierda, tras subir las escaleras, la habitación. Bien aclimatada, pobremente decorada. Televisión. Mucho espacio para dejar las maletas. No contaba con armario. Cama muy cómoda con preciosas vistas frontales del mar. *A la derecha, el salón, con mesa, sillas y sillones. Junto a él la cocina, con minibar (el primer día te lo entregan lleno para consumirlo de manera gratuita). Muy cutre que no lo repongan y que el vino sea de pago. Diariamente sirven fruta gratuita. Al fondo un pequeño baño con ducha, lavabo y váter. Amenities muy escasos (gel, champú, body milk... en botes recargables). *Al fondo, tras subir otras escaleras, otro baño, mucho más grande. Armario ropero (olía fatal) con caja fuerte. Bañera, ducha, lavado y váter. Importante: tanto el techo de la bañera como el del váter no era tal sino que se limitaba a una reja, por lo que entraban mosquitos, lagartijas... Y hasta vimos monos (ver fotos). De los 4 días que estuvimos, 2 entraron en el recinto de la villa y tuvimos que llamar al personal para que los sacara. Las villas están separada del resto de zonas del resort, así que resulta incómodo ir y volver. Disponen de manera gratuita de un buggy que puedes solicitar tantas veces como quieras (son bastante eficientes). La limpieza en la villa brillaba por su ausencia; se limitaban a vaciar las papeleras, hacer la cama y cambiar toallas. Todo ello mientras ventilaban bien la villa, por lo que se llenaba de insectos (el repelente tampoco lo incluye la habitación, has de comprarlo). Las áreas comunes son modernas y están bien cuidadas. Bonitas las dos piscinas, cómodas las hamacas, sombrillas... Cuenta con un restaurante (donde sirven el desayuno), bares en las piscinas, tienda de ropa y souvenirs... Organizan actividades gratuitas en el propio complejo (yoga, kayak...) y otras de pago (bastante más caras que en los establecimientos de las inmediaciones pero más cómodas). El desayuno buffet, con platos en su mayoría asiáticos, es amplio y variado, de calidad. Rica la fruta, platos calientes, bollería, tostadas... No hay opción de pedir cosas fuera del buffet, algo que se echa en falta y que le daría un toque de distinción. El personal no nos pareció especialmente atento ni simpático. En cuanto a la ubicación, da la sensación de estar completamente aislado del resto de la isla ya que solo se puede acceder a través de mar. La playa, que permite fotos muy instagrameables, es bastante normal. Aunque es prácticamente privada del hotel, la marea sube y baja dos veces al día, por lo que solo en las horas centrales hay pleamar, resultando bastante incómodo el baño el resto del tiempo. Además, al menos cuando estuvimos (febrero 2020) el agua estaba lleno de medusas. En las inmediaciones del hotel hay tiendas, bares... Merece la pena dar una vuelta, pero todo es sumamente cutre. No volveríamos ni lo recomendamos. La villa tienen un precio considerablemente más elevado que el resto de alojamientos del resort y no lo vale. Para pasar una noche y disfrutar de la piscina privada y del amanecer está bien, pero es muy incómodo tener que utilizar siempre el buggy para subir y bajar al resto del complejo o el hecho de que los insectos colapsen las estancias... Por otro lado no nos parece de recibo que nada más llegar ya tengas que planificar la salida (a las 11:00 es el check out). De la misma manera que cuando contratas con ellos el servido de recogida en el aeropuerto y el trayecto en barco al hotel son todo facilidades, a la vuelta no es tal: solo disponen de dos horas para llevarte al aeropuerto (en nuestro caso, a las 8:00 y a la 13:00). Nosotras cogíamos el vuelo por la noche y no pudimos aprovechar el día en el resort. El trayecto total dura una hora y cuarto.

  

• DANTEDAF

  12 abril 2020
  Vacaciones Soñadas

  Excejente. Lugar paradisiaco . Volver es una obligación .la atención ... el lugar... su gente ... los serviciios y las instalaciones ... la verdad no tienen desperdicio... lugar soñado por cualquier viajero.