Rutas por Francia en Coche

Es la ruta más popular, la costa mediterránea francesa ofrece playa, pueblos pintorescos y grandes ciudades modernas. Comenzaremos el recorrido en España, seas de donde seas tendrás que viajar a Cataluña y desde allí cruzar la frontera por el Port-Bou (Girona). Después, nuestra primera parada será Cerbère, un pequeño pueblo en la parte francesa de la frontera, con una bonita arquitectura de inicios del siglo XX como el hotel Belvédère du Rayon Vert, un edificio abandonado que conserva el estilo original de la época.

La siguiente parada será Perpiñán, la capital de la Cataluña francesa, y del departamento de los Pirineos Orientales con el Palacio de los Reyes de Mallorca como principal reclamo turístico. La ruta continuará por la costa: Narbona, Béziers y hasta llegar a Montpellier, una de las ciudades más bonitas del país vecino, con su Place de la Comédie, la Promenade du Peyrou (un bonito paseo donde podrás ver su arco del triunfo), o la Catedral de San Pedro. En Montpellier podrás abrir apetito en invierno con una cassoulet (cazuelita), un plato típico de la región de Montpellier a base de judías de lingot . Y para el resto del año tienes guisos y quesos deliciosos de la zona …

El viaje continúa hacia Nimes, otra bonita ciudad del sur. Nimes tiene mucha influencia española, y posee uno de los anfiteatros romanos mejor conservados, que data del 27 a.C. En la actualidad se celebran numerosos conciertos y espectáculos en él.

Proseguiremos el camino hacia Marsella, la segunda ciudad de Francia. Es la capital del mediterráneo francés y la ciudad que dio nombre al himno nacional del país “la marsellesa”. En esta curiosa ciudad podremos disfrutar de un paseo por el puerto viejo, con la famosa noria, y también de la Basílica de Notre Dame de Garde, de estilo románico-bizantino y muy original, ya que su exterior muestra motivos de rayas negras y blancas y en su iglesia hay decoraciones de mosaicos. Desde esta basílica podrás observar las mejores vistas de la ciudad. Para llegar allí puedes tomar desde el centro o el puerto de la ciudad un petit train turístico, que hace un recorrido muy completo.

Tampoco te podrás perder el Palais Longchamp, un bonito parque con una preciosa fuente y un conjunto palaciego de estilo neoclásico, y el Fuerte Saint Jean, una fortaleza con una antigua cárcel que fue construido entre 1668 y 1671 y que esconde mucha historia de la ciudad.

En Marsella debes hacer una pausa para probar la “boubaillabaisse”, un plato típico que consiste en una sopa de pescados del Mediterráneo que se cuecen enteros en la cazuela, con patatas y tomate.

Desde Marsella, el viajero seguirá recorriendo la costa, hacia más pueblos bonitos, como Saint Tropez (el pueblo mediterráneo de la jet set francesa y europea), Cannes (famoso por su festival de cine) o Tolón, otra bonita ciudad costera con mucho aire provenzano, con ambiente universitario y con las playas de Mourillon de agua clara. Tolón es una ciudad hecha para el turismo, por lo que podremos acceder a diferentes actividades y transportes turísticos tales como el ferry por la costa, los buses turísticos o el teleférico.

Para terminar nuestro recorrido, y antes de iniciar el regreso, llegaremos a Niza, la otra gran ciudad francesa en el mediterráneo (la séptima de mayor población del país). Esta ciudad, que fue durante varias épocas parte de antiguos territorios de lo que hoy es parte de Italia, conserva su historia mezclada con un ambiente de lujo y opulencia. Destacan sus iglesias, mercados, la Promenade des Anglais (un paseo de 7 km por la Bahía de Los Ángeles y paralelo a las playas de la ciudad), y la ciudad vieja. No podrás dejar de probar la ensalada niçoise o nizarda, la típica de la zona y que generalmente incluye salmón, rábanos, aceitunas, habas, y como no, el aceite de oliva. Otro plato típico es el farsis, un plato de verduras rellenas de carne picada y horneadas. No podrá faltar un buen vino rosado de la zona.

Si hay interés en hacer una extensión de la ruta, se podrá prolongar hasta la zona de los Alpes franceses, para ello, desde Marsella se puede subir por carretera hacia Grenoble, Chambéry, Annecy y Annemasse, cuatro poblaciones de la zona de la Saboya y del Ródano-Alpes que tienen mucho que ofrecer…

Para realizar esta ruta, se debe cruzar la frontera preferiblemente por Irún, en el paso del País Vasco. La zona suroeste y oeste de Francia es una de la más bonitas y ricas del país, pero también una de las más desconocidas. Nos centraremos en una ruta que recorre las regiones de Nueva Aquitania y Países del Loira. El recorrido pasará por los siguientes puntos:

Bayona: La primera parada será en este bonito pueblo del país vascofrancés. Bayona. Destacan su precioso barrio Petit Bayonne, o ciudad baja, a orillas del río, el Arrabal o Saint Esprit: el barrio judío más antiguo de Francia, la catedral de Bayona, de estilo gótico, y los castillos nuevo y viejo. También destaca la Porte d’Espagne, una original fortificación.

Arcachon: continuando por la costa, vemos uno de los sitios más originales de Francia, las dunas de Pilat de Arcachon, la formación de arena más elevada de Europa. Son una porción de dunas naturales de arena fina rodeadas de un bello paisaje de bosque verde. Aquí podrás disfrutar de las playas y de las vistas, además de hacer senderismo por este bello paraje natural. Estas dunas forman parte de la red natura 2000 y están protegidas por el gobierno francés al ser consideradas un ecosistema de valor excepcional.

Burdeos: es la sexta ciudad de Francia por población e importancia, y una de las más bonitas a nivel arquitectónico, considerándose de forma popular como el “pequeño París”, por las bonitas y clásicas edificaciones en su centro histórico  En Burdeos podrás visitar lugares emblemáticos como la Plaza de la Bolsa (exponente claro de la arquitectura francesa del siglo XVIII), la Catedral de Saint André, que es patrimonio de la humanidad, el gran teatro u ópera Nacional de Burdeos y la preciosa Porte Cailhau, del Siglo XV. Además podrás degustar su deliciosa gastronomía como el esturión a la libournaise, cocinado con vino blanco o los cannelés, un postre típico de Burdeos que incluye ron y vainilla.

Angulema: es una de las ciudades medianas más bonitas de Francia. Ubicada en la región histórica del Charente. Tiene una arquitectura clásica única, destacan su preciosa Catedral de San Pedro, de estilo románico, el Ayuntamiento (que parece un castillo) o el teatro de la ciudad. Lo mejor en Angulema es pasear por sus calles y disfrutar del buen ambiente de una ciudad muy tradicional en su arquitectura, pero muy rompedora y avanzada en sus gentes.

La Rochelle: la capital de la región histórica del Charente Marítimo siempre fue un nudo de comunicaciones entre la Aquitania, el País Vascofrancés y la Bretaña. A orillas del mar, destaca su famoso puerto con sus tres torres emblemáticas, las mansiones de piedra que se dispersan por la ciudad, o la Gran Puerta del Reloj. Lo más bonito es ver La Rochelle iluminada de noche.

Nantes:  es la ciudad más grande del oeste de Francia, y la capital de los Países del Loira, la región de los bellos castillos. Posee un curioso entramado que se concentra en el río Loira, en una original silueta que se divide en dos a su paso por la ciudad. Es una ciudad cosmopolita y abierta, además de tener un caso histórico precioso. No hay que olvidarse de visitar su catedral gótica, el castillo de los Duques de Bretaña o el Memorial por la abolición de la esclavitud, que está dedicado a la relación de Nantes con su pasado como primer puerto negrero del país en el siglo XVIII y rinde homenaje a los que luchan en contra de esta actividad.

Y Si quieres visitar la Bretaña, podrás realizar una extensión de este tour con una hora y media adicional hacia Rennes, la capital de la Bretaña.

Esta ruta discurre por los pueblos y pequeñas ciudades cercanos a la frontera con España, únicos y más ocultos. También pasará por una gran ciudad, Toulouse. Esta ruta no la encontrarás en ningún tour o circuito organizado.

Las carreteras por las que discurre esta ruta son muchas de ellas secundarias, por lo que las paradas serán menos numerosas que en las otras rutas. Cruzaremos la frontera por la AP7 o la E15 si vivimos en Valenciana Cataluña o Aragón, o por la AP1 hacia Irún si vivimos en Madrid, Castilla y León, País Vasco, Galicia o La Rioja. El recorrido será el siguiente:

Carcasonne: este bonito pueblo medieval destaca por su castillo del Siglo XII, la muralla del Siglo XIII y la ciudadela, con especial atención en la bella plaza de Auguste Pierre. Este pueblo posee una oferta hotelera y cultural interesante, y también podrás disfrutar de su bello entorno natural con sus bosques y de su historia ligada al antiguo e interesante País Cátaro.

Toulouse: llegamos a la gran ciudad del suroeste de Francia, Toulouse. La “ciudad rosa” por su historia, su vida política y sus edificaciones de ladrillo de este color. Es una ciudad con mucho sabor español (por la cercanía a nuestro país y la cantidad de españoles exiliados que se asentaron allí después la Guerra Civil), y un núcleo universitario con un ambiente único.   Allí no te puedes perder les Halles Víctor Hugo, la Place du Capitoile, el convento de los jacobinos, o la ciudad del espacio, un parque temático único en Europa. Tampoco podemos dejar de ver el Canal du Midi, que articulaba las comunicaciones de la ciudad y los alrededores en originales y bellos canales.

Y para calmar el apetito, podrás disfrutar de una cerveza en su céntrica plaza, o de unas tapas en el mercado de Víctor Hugo. Además, podrás disfrutar de la gastronomía típica de la ciudad como son la salchicha de Toulouse, la cassoulet de Toulouse (un guido de alubias en el que puede estar añadida esa salchicha) o el “pollo a la tolosana”, cocinado con aceite, coñac, hierbas aromáticas y pimienta.

Montauban: continuamos nuestro recorrido unos 50 km hacia el norte y llegamos a este original pueblo, capital del departamento de Tarn y Garona. Un pueblo que también tiene mucho sabor español, ya que también fue centro de asentamiento de muchos republicanos exiliados que han dejado huella en la cultura y vida de este pueblo.  Destacan la place nationale, el Puente Viejo, la Catedral, el museo Ingres de bellas artes (ubicado en un antiguo palacio episcopal) o el cementerio local, donde se encuentra la tumba de Manuel Azaña, expresidente de España. También podrás alquilar una barca o un ferry en el canal del puerto del río Tarn.

Tarbes: bajando hacia España de regreso, no podemos perdernos este coqueto pueblo de los Pirineos y cerca de la frontera con España. Destacan la iglesia de Santa Teresa, el pequeño museo Massey, con una exposición sobre el antiguo ejército de los húsares y otra de bellas artes, y rodeado de un pequeño jardín botánico, o las numerosas fuetes y parques repartidos por el pueblo.

Lourdes: además de un lugar de peregrinación y un icono imprescindible para los católicos, este bonito pueblo posee una bella arquitectura y varios monumentos que visitar como el Castillo del siglo XIV,  que fue reconstruido en el XVI, el Santuario de Lourdes y en los alrededores el Parque nacional de los Pirineos, que es declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO como paisaje natural y cultural.

Otra ruta que podrás hacer es la que llega hasta a París, Orleans y Tours. Esta ruta puede desviarse hacia la Bretaña para conocer los encantos de esa región tan diferente al resto de Francia. Es una ruta más larga, que requerirá de mayor planificación.

También proponemos la ruta por Alsacia y el “Gran Este”, una ruta mucho más amplia y larga que las anteriores, pero que te permitirá conocer en detalle los pueblos con sabor francoalemán de las regiones del Gran Este (Alsacia, Lorena y Champaña-Ardenas).

¿A qué esperas para alquilar un coche y viajar a nuestro precioso país vecino?