Torremolinos

Torremolinos es uno de los grandes destinos turísticos de sol y playa de la Costa del Sol, muy vinculado al mar. De hecho, antiguamente era un pueblo pesquero del que todavía quedan ciertas huellas realmente apreciables en la zona de La Carihuela y El Bajondillo, y en su gastronomía marina.

Torremolinos está formado por 4 playas principales que a su vez pueden dividirse en otras, pero es un poco difícil saber en qué punto se encuentra la frontera entre ellas.

La Carihuela es la más coqueta de todas las opciones, tiene una extensión aproximada de 2 kilómetros y se caracteriza por un oleaje bastante tranquilo, un factor que tienen muy en cuenta las familias que viajan con niños. Su arena es de tono oscuro y en torno a ella están ubicados algunos chiringuitos que recuerdan el pueblo pesquero que fue antiguamente.

Siguiendo en dirección Málaga se asoma El Bajondillo, que después de La Carihuela es otra de las playas más concurridas del destino. También cuenta con un oleaje moderado y una arena oscura que abarca una longitud de poco más de 1 kilómetro. Gracias a la calle San Miguel conecta con el centro, una zona de paseo obligado.

Tomando el paseo marítimo como referencia, la próxima sería la Playa de Playamar, un referente de Torremolinos que se extiende a lo largo de 1 kilómetro. Generalmente los visitantes no solo aprovechan sus aguas para darse un baño, sino para realizar windsurf, submarinismo o vela. Además de la oferta hotelera y de restauración que brinda, su ambiente nocturno es de los mejores, por lo que su nivel de ocupación suele ser elevado.

En Los Álamos también hay una vida nocturna bastante ajetreada, pues cuenta con los beach clubs más modernos de la localidad, normalmente frecuentados por un público joven. En este caso la arena torna a dorada y su oleaje permite la práctica de actividades náuticas entre las que destacan el kitesurf y el windsurf. Los Álamos Beach Festival es uno de los eventos de música electrónica que más público atraen a esta playa durante su celebración en verano.

Los más de 300 días de sol y los 20ºC que se dan de media en la Costa del Sol de forma casi constante hacen de Torremolinos un destino ideal para practicar todo tipo de deportes al aire libre.

Su litoral mediterráneo es el enclave perfecto para los amantes de las olas, que pueden disfrutar de ellas gracias a las motos acuáticas, al jet boat o a deportes como el surf, el kayak o el paddle surf.

Su oferta deportiva continúa con el golf, que abre sus puertas a personas de todas las edades, desde los más novatos hasta los más experimentados pueden probar sus habilidades en las instalaciones de Torremolinos y mejorar el swing.

Los que desean estar en contacto con la naturaleza al 100% tienen varias opciones, desde pasear a lomos de un caballo hasta disfrutar de sus senderos a pie o en bicicleta. La Cañada del Lobo es uno de los parajes naturales más populares, que después de atravesar un denso pinar termina en un mirador que invita a contemplar gran parte de la costa. Otra de las opciones más recomendables es hacer la etapa 34 de La Gran Senda de Málaga y la etapa 6 de la Senda Litoral para gozar de un camino que discurre entre acantilados, playas y paseos marítimos.

Los rincones gastronómicos son una de las razones por las que la Zona Centro de Torremolinos goza de un ambiente tan animado. Sus locales y visitantes se ven atraídos por las tradicionales recetas malagueñas que ofrecen las tabernas y restaurantes de la zona y por la interesante vida nocturna de este barrio, que se vive con especial ilusión en la plaza de La Nogalera y en la plaza de Andalucía. Una de las más destacadas es la calle de San Miguel, la arteria comercial de la localidad, altamente conocida por la variedad de negocios que ofrece.

En la zona de poniente está La Carihuela, un barrio marinero que conecta con Benalmádena a través de Puerto Marina. Su tradición pesquera se deja ver en los numerosos restaurantes y chiringuitos con olor a “pescaíto frito” situados alrededor de la playa de La Carihuela, muy popular entre sus visitantes por su característico ambiente familiar. 

La Punta de Torremolinos divide el paseo marítimo en dos, dejando en el lado oeste El Bajondillo, el barrio que arropa la playa que lleva el mismo nombre, una de las más frecuentadas del municipio. Se trata de una de las barriadas más antiguas de la localidad y contiene edificios históricos como La Casa de los Navajas, un palacio originario del año 1925 construido en estilo neomudéjar. Aunque en un pasado estuvo vinculada al negocio de la caña de azúcar, actualmente es un espacio donde se celebran eventos culturales de todo tipo.

Desde tiempos remotos esta localidad ha estado altamente ligada a los molinos de agua para elaborar diferentes productos y tiene como mejor ejemplar el conocido Molino de Inca, que antiguamente molía pan.

En la actualidad la réplica de este molino harinero hidráulico sigue funcionando gracias a un curioso sistema que se beneficia de la trayectoria del agua. Su entorno está rodeado de fuentes, diversas aves y una variedad infinita de especies vegetales que componen el Jardín Botánico Molino de Inca, que pone de manifiesto el importante papel de los manantiales que hay en la zona. Una de sus partes más reconocidas es el Jardín Japonés, que como su propio nombre indica, emula el típico parque del país del sol naciente.