Gastronomía romana

La gula fue uno de los 7 pecados capitales preferidos de la Antigua Roma, y aún hoy sigue estando presente en el ADN del pueblo italiano.

Con tantos amantes de la buena comida y apasionados por los buenos vinos, no es de extrañar que fuera en Italia donde surgiera, hace ya algunos años, el movimiento conocido como “Slow Food “. Un movimiento que es sobre todo una filosofía de vida en torno al buen comer y beber, al respeto a la maravillosa ceremonia del mangiare: para los italianos, el poder sentarse a la mesa y disfrutar de una buena comida es una praxis indispensable en sus vidas.

Podemos identificar los restaurantes y trattorias que siguen esta corriente buscando el distintivo “Slow Food” en la entrada de los locales. Os animamos a vivir esta maravillosa experiencia en vuestra visita a la capital italiana.

En Roma, como en el resto del país, encontramos diferentes tipos de establecimientos en los que comer, de acuerdo con el tipo de comida y local que busquemos:

> Las Trattorias son establecimientos en los que disfrutar de la comida casera más tradicional. Suelen estar regentados por una familia, y ofrecen un ambiente cordial, acogedor y muy romano. La zona en la que podemos encontrar las trattorias más auténticas es la del Trastévere.

> Las Osterias, por su parte, eran los lugares donde se servía vino - un poco como las antiguas “bodegas” en España -. Además, solían ofrecer algo de comer como acompañamiento, aunque el protagonista indiscutible era el vino. En la actualidad, estos establecimientos son auténticos restaurantes, algunos de alto nivel, donde es posible degustar la auténtica comida tradicional romana en un ambiente más sofisticado.

> La Tavola Calda es un tipo de establecimiento con mostradores de cristal en los que se suele ofrecer platos calientes ya preparados, no demasiado elaborados.

> Las Rosticcerias pueden considerarse la versión italiana de los locales de comida rápida. En ellas se sirven, principalmente, diferentes tipos de fritos.

> También pueden considerarse locales de comida rápida los de Pizza al Taglio, donde se sirven diferentes tipos de pizza que se cobra al peso.

Los horarios de comida más habituales en Roma e Italia son entre las 12:30 hrs. y las 14:30 hrs. para la comida, y entre las 19:30 hrs. y las 21:30 hrs.  para la cena.

La gastronomía romana es una cocina popular que se remonta al Imperio Romano y a la Alta Edad Media. Sus recetas más auténticas proceden de un ambiente campesino y tradicional, con ingredientes sencillos pero cocinados con mucha imaginación. Una de las características de los platos romanos es su gusto por los sabores y aromas fuertes.

Los italianos suelen comenzar sus comidas con un antipasti antes del plato principal. Entre ellos destaca el suppli alla romana, una especie de croqueta rellena de arroz cocido, tomate, carne y queso mozzarella, que también podemos encontrar en los establecimientos de Pizza al Taglio, además de en los restaurantes propiamente dichos.

Otro antipasti muy típico es el fiori di zucca, la flor de calabacín rebozada y frita, y a veces rellenas con otros ingredientes como queso, gambas o anchoas.

Pero… ¡hay vida más allá de la pasta! Y, entre los platos más típicos que podemos degustar durante nuestra estancia en Roma, podemos destacar los que tienen al agnello (cordero) como protagonista, con una clara influencia de la cocina hebrea. Y es que la comunidad judía en la ciudad es de las más antiguas del mundo.  El Barrio Judío, donde se ubicó el guetto romano, es la zona perfecta para disfrutar de estos platos.

Otro de los ingredientes habituales de la cocina italiana son los garbanzos. Un plato muy particular es la sopa de garbanzos y castañas.  

Imprescindible durante tu estancia en Roma es el Appero, el equivalente italiano de nuestro aperitivo. Pero, a diferencia de España, en Italia se disfruta por la tarde, más o menos entre las 17.00 hrs. y las 20.00 hrs. Los establecimientos que ofrecen el Appero organizan una selección de platos estilo buffet libre que se puede disfrutar a cambio de una consumición con o sin alcohol. La bebida más típica para acompañar el Appero es el Spritz, un cocktail preparado con Aperol - un licor amargo a base de naranja y ruibarbo, entre otros ingredientes -, vino blanco, soda y una rodaja de naranja.