Tres visitas imprescindibles en Kioto: descubre el Japón más espiritual

Japón, el país del sol naciente es uno de los destinos preferidos entre aquellos que desean viajar en el tiempo y conocer una cultura milenaria que, además de sorprender, enamora; desde los antiguos vestigios del Imperio del Sol Naciente en toda su plenitud, hasta los mayores avances de las sociedades contemporáneas.

Kioto, capital de Japón hasta el siglo XIX, conserva aún ese encanto del esplendor de los grandes imperios. Porque, si el atractivo de Tokio es esa apariencia de futuro imposible, en Kioto puedes disfrutar de todo lo contrario: una ciudad espiritual, llena de templos y parques capaces de transportarte a un mundo antiguo y en la que el tiempo parece haber transcurrido de otra manera. Kioto es una gran ciudad con más de dos millones de habitantes en la que, sin embargo, los vecinos dejan las puertas de sus casas abiertas y las bicicletas descansan tranquilas (y sin candado) en la calle. Y es que el ambiente que se respira en las callejuelas de Kioto es el del Japón más tradicional y pausado.

Si por la que muchos turistas repiten. Si ése es tu caso, y ya conoces los principales puntos turísticos de la ciudad, nuestro consejo es que olvides los recorridos típicos e inviertas tu tiempo en pasear por esta gran urbe a la deriva, pero sobre todo con la mente y el corazón abiertos.

Kinkaku -Ji significa Templo de Oro, y no es una metáfora. Esta construcción medieval destaca como una joya en medio de la naturaleza por tener sus paredes exteriores recubiertas de pan de oro. En su interior se conservan las reliquias de Buda, mientras que a su alrededor encontramos un majestuoso jardín presidido por un gran estanque, o espejo de agua, en el que el templo dorado se refleja como un nuevo sol con las montañas al fondo. Si bien es cierto que hay más de doscientos templos repartidos por Kioto, el Templo Dorado ostenta el primer lugar como atractivo turístico. En 1994 Kikanku-ji fue declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, y es que este templo budista es una de esas maravillas que hacen que viajar a Kioto y hacer un trayecto tan largo merezca la pena.

Al oeste de Kioto, cerca del centro, se encuentra Arashiyama, una oportunidad única para escaparse de la gran ciudad y respirar el espíritu de los bosques de Japón. Arashiyama cuenta con numerosos atractivos preparados para las visitas turísticas: en concreto, 5 templos budistas con sus correspondientes jardines zen, restaurantes, tiendas de artesanía y paseos monumentales de innegable encanto. Además, podrás hacerte fotos con los cientos de familias de macacos que campan a sus anchas entre locales y turistas. Visita obligada es su impresionante bosque de bambú, donde un camino iluminado guía al viajero entre estos flexibles y esbeltos troncos que parecen elevarse hasta el infinito. ¿Un dato curioso? El ulular del viento en este bosque ha sido declarado por el gobierno como uno de los “sonidos que hay que preservar de Japón”

Gion es el nombre de un barrio o distrito de Kioto conocido mundialmente por ser el barrio de las Geishas. Y es que, entre sus calles, uno puede encontrar cientos de casas de té, locales en los que es habitual contratar los servicios de una Geisha. Más allá de la presencia de las Geishas, el principal atractivo de este barrio es su arquitectura tradicional y perfectamente conservada desde el siglo XVI. Resulta interesante adentrarse en sus callejuelas, degustar algunos de sus famosos platos de comida para llevar o incluso disfrutar del teatro o la danza en un barrio que, casi como Kioto, te permite viajar en el tiempo.

Kioto ofrece todo tipo de alternativas al turista que quiere conocer el verdadero Japón. Estos son solo tres ejemplos de visitas en la ciudad cuya pérdida sería imperdonable. Pero hay cientos de lugares que merecen ser visitados si estás decidido a viajar a Kioto.. ¡Encuentra los mejores hoteles en Kioto en Viajes El Corte Inglés!