28 noviembre 2023

Destinos exóticos y paradisíacos

¿Por qué no realizar un viaje a alguno de los destinos más exóticos que podemos encontrar en el mundo? Perdernos en sus cristalinas aguas, realizar deportes acuáticos como el buceo y descansar en el absoluto silencio que evoca el estar en el paraíso son algunas de las experiencias que nos proporcionan estos mágicos lugares. Algunos de los destinos más paradisiacos los encontramos bañados por el Océano Índico, como Seychelles, isla Mauricio y Zanzíbar. ¿Quieres saber más de ellos? Pues sigue leyendo, te aseguramos que te entrarán ganas de hacer las maletas y salir rumbo al aeropuerto.

Seychelles

Este archipiélago está formado por un conjunto de 115 islas con un solo aeropuerto en su capital – por cierto, la más pequeña del mundo -, Victoria, ubicada en la isla de Mahe. Estuvo deshabitada hasta el siglo XVIII, cuando franceses asentados en la isla de Mauricio, en uno de sus viajes, desembarcaron en las islas.

El transporte entre islas se realiza en hidroavión o ferry. Por ello, cuando preparemos nuestro viaje, y si tenemos previsto alojarnos en una isla distinta a Mahe, es muy importante acordarnos de reservar un vuelo que nos permita llegar a la misma antes de las 15.00 horas, ya que los vuelos entre islas son por la mañana.

Al estar en el hemisferio Sur, nuestro invierno es su verano y viceversa, aunque al contar con un clima ecuatorial las temperaturas son bastante estables durante todo el año, oscilando entre los 25 y 30 grados. Su estación de lluvias es de diciembre a febrero.

Este país caracterizado por su exuberante naturaleza y hermosas playas de aguas cristalinas gracias a la barrera coralina, los idiomas oficiales son el inglés, francés y el criollo.

Encontramos una gran oferta hotelera compuesta por hoteles estilo resort en la playa. Muchos de estos hoteles disponen de habitaciones overwater situadas sobre el mar, y que suelen contar con suelos transparentes para disfrutar de la fauna marina. En algunos casos, el acceso a estos establecimientos, o incluso a alguna de sus habitaciones, se realiza mediante pequeñas barcas o a través de puentes de madera que conectan con el hotel y sus instalaciones.

Con 28 km de largo, Mahe es la mayor de todas las islas Seychelles. En ella podemos disfrutar tanto de la naturaleza – cuenta con 3 Parques Nacionales en los que podemos encontrar tesoros naturales únicos en el mundo, como el coco de mar, la tortuga gigante o el murciélago de Seychelles -, como de bellísimas playas de arena blanca, entre las que destacan Beau Vallan, Baie Lazare y Anse Royal.

En su capital, Victoria, podrás comprar artesanía típica, visitar su Jardín Botánico de origen francés, y degustar la gastronomía local en sus restaurantes y puestos callejeros.

Praslim ofrece playas ideales para practicar buceo y deportes acuáticos. De obligada visita es el Parque Natural del Valle de Mai, en el que, tras realizar un circuito de dos horas atravesando bosques y cascadas, llegaremos a unas colinas desde las que obtener magníficas vistas de la isla. Durante el recorrido no es extraño encontrarnos especies particulares de esta zona, como el papagayo negro (el ave nacional de la isla) y el coco de mar.

La Digue es la cuarta isla más grande del país, es conocida mundialmente por sus playas de arena blanca con grandes piedras que, por la acción erosiva del mar y del viento, parecen esculturas creadas por el hombre. La más espectacular es, quizás, Anse Source D,Argent, rodeada de cocoteros y plantaciones de vainilla y que ha aparecido en muchas películas y series de televisión. Pero a pesar de su fama mundial, sigue siendo una playa tranquila donde poder relajarse. En esta isla nos tenemos que mover en bicicleta, caminando o en carro de bueyes ya que está prohibida la circulación de automóviles.

Mauricio

Mauricio es una de las islas más grandes del mundo donde encontramos, literalmente, el paraíso.

Su capital, Port Louises la entrada a este maravilloso país. Conocida por sus aguas cristalinas que bañan playas de fina y blanca arena, cuenta también con una increíble naturaleza que admirar.

Repartidos por la isla encontramos hoteles de lujo con acceso a playas con arenales no excesivamente anchos, pero que se extienden por kilómetros, donde poder pasear por la orilla del mar, flaqueados por bosques llenos de palmeras.

Estas son algunas de las visitas recomendables para completar nuestra estancia en  (¡no todo va a ser playa!):

Templo Grand Bassin: Es un templo hindú muy venerado por los fieles, ya que creen que está comunicado con el río Ganges bajo tierra. Se encuentra situado al sur de la isla, dentro de un cráter volcánico donde se ha formado un lago. De hecho, los fieles llegan a realizar sus ofrendar con el agua hasta las rodillas. Destacan dos de las estatuas más grandes de la isla, una de ellas de Shiva. A finales de febrero y primeros de marzo tiene lugar la ofrenda a Maha Shivatree, una peregrinación religiosa que atrae a multitud de fieles, creando una procesión de colores y flores que merece la pena ver.

Parque Nacional de Gargantas de Rio Negro: En el suroeste de la isla, tiene una superficie de unos 68 Km2, y es ideal para realizar rutas de senderismo (que se realizan siempre con un guía).

Cascada Chamarel y Tierra de los 7 colores: Son dos espacios situados en una finca privada, por lo que requieren abonar una entrada para ser visitados.

La primera es un gran salto de agua rodeado de vegetación que se puede ver desde un cercano mirador, punto máximo al que nos permiten acercarnos, pero desde el que se obtienen magníficas vistas y fotografías.

La segunda, por su parte, es una zona sin vegetación en la que distintos procesos volcánicos han dado lugar a una gama de colores de la tierra únicos en el mundo.

Isla de Cocos: Es de visita obligada por sus espectaculares playas, ideales para los amantes del buceo por la riqueza de flora y fauna marina que encontramos en ella en sus aguas.

Isla de Ciervos: Es una pequeña isla al sureste de la principal, que recibe su nombre por la cantidad de estos rumiantes que habitan en ella. También con playas espectaculares, es ideal para practicar actividades acuáticas.

Zanzíbar

Este destino tropical es el preferido por muchos viajeros para descansar y relajarse como final de viaje después de su safari por Kenya o Tanzania, país éste al que pertenece y de cuya costa dista apenas 36 km. El acceso es vía aérea a través del Aeropuerto de Kisauni, en la Isla de Unguja.

A Zanzíbar se puede viajar durante todo el año, ya que sus temperaturas son cálidas y moderadas (en torno a unos 28 grados). Pero dado que cuenta con dos épocas de lluvia (de marzo a mayo y de noviembre a diciembre), la mejor época es entre julio y septiembre. Sus playas son ideales para realizar buceo y deportes de pesca.

En Zanzíbar ocurre el llamado «fenómeno de las mareas», que supone la retirada o retroceso del mar varios kilómetros durante la bajamar, quedando la orilla totalmente desnuda durante horas, lo que permite al visitante poder realizar largos paseos en los que disfrutar de los mejores atardeceres, contemplando este maravilloso y único paisaje que nos ofrece la naturaleza.

En la isla podemos encontrar diferentes tipos de hotelería; la más exclusiva está situada en el sur y suroeste, con establecimientos que suelen ofrecer piscinas de aguas naturales donde poder bañarse a pesar del fenómeno anteriormente descrito.

Para desplazarnos por la isla podemos escoger entre alquilar una bicicleta o un coche – ojo, que se conduce por la izquierda y las carreteras son bastantes estrechas -, o bien utilizar un ferry.

Uno de los restaurantes más particulares del mundo lo encontramos en esta isla: su nombre es «The rock». Situado en una sobresaliente roca de coral, el acceso al mismo se realiza andando cuando la marea es baja, y en barca cuando es alta. Una particular y extraordinaria experiencia culinaria rodeada de aguas turquesas.

Te recomendamos las siguientes visitas para aprovechar al máximo tu estancia:

Isla de PembaA esta isla, situada a unos 80 kilómetros de Zanzíbar se accede en avioneta, a pesar de que se encuentra apenas a 80 km de la isla principal. Este hecho, junto con las escasa infraestructura hotelera y ladificultad para acceder a sus playas hacen de este lugar un auténtico paraíso en la Tierra. Su abundante vegetación y sus numerosos manglares le otorgan el sobrenombre de «la isla verde». Además, su rica vida marina convierte a Pemba en una isla ideal para la práctica del buceo y la pesca.

Kenia

Un viaje a Kenia supone una experiencia cuanto menos, impactante. Seas un viajero empedernido que ha visitado un montón de países, o seas un novato en esto de viajar por el mundo, Kenia no te dejará indiferente.

Tu primera parada en Kenia será Nairobi. En el aeropuerto Jomo Kenyatta ya podrás hacerte una ligera idea de lo que te espera, debido a que está lleno de estatuas que representan gran parte de su fauna.

En el Parque Nacional de Nairobi, a tan solo un par de kilómetros de la ciudad, ya puedes ver muchos de los animales que la impresionante Kenia alberga. Si tienes tiempo, puedes pasarte un día por allí, aunque, lo realmente impresionante está aún por llegar…

Visita obligada en tu viaje a Kenia es el parque natural de Masai Mara. Adentrarte en la sabana te recordará a los paisajes del Rey León. Hay un montón de opciones para realizar tu safari, desde las más económicas hasta safaris de lujo donde te alojarás en lodges 5 estrellas.

Los lagos de Kenia son el hogar de muchas especies, como pelícanos, flamencos, hipopótamos etc. y de muchas especies acuáticas, que los convierten en un lugar perfecto para la pesca.

Otra de las escenas keniatas soñadas por todos es un lago manchado de rosa por los flamencos. En Kenia hay varios lagos, aunque debido a los cambios climáticos, si quieres ver esta famosa estampa, debes dirigirte a los lagos que se encuentran más al norte.

Ya estás listo para comenzar a organizar tu viaje de ensueño a alguna de estas islas paradisiacas donde olvidarnos del resto del mundo.

¿Has viajado ya a alguno de estos destinos o quieres que sea tu próximo viaje? 

Tahiti

Bora Bora, Polinesia Francesa

Cinco archipiélagos, 118 islas y otras tantas experiencias entre paisajes paradisíacos, un pueblo con una hospitalidad legendaria y una riqueza cultural incomparable. Un destino alejado del turismo de masas, donde el viajero se toma su tiempo para reconectar con lo esencial, el Mana, esa energía vital que envuelve el día a día de los polinesios y sólo cuando vas a las Islas de Tahití entiendes por qué se llaman Las Islas del Mana. 

Su ubicación en medio del Océano Pacífico a miles de kilómetros del continente más cercano ha propiciado una cultura muy rica y peculiar que salpica la naturaleza salvaje de las islas con yacimientos arqueológicos arrebatados por la naturaleza, que llevan a pensar al viajero en un mundo de película.

Cultura, paisajes interiores increíbles y por supuesto playas y lagunas de aguas cristalinas de azules turquesa únicos en el mundo, donde sentirse libre porque los turistas apenas llegan. Las islas de Tahití se componen de cinco archipiélagos bastante diferentes entre si, debido a la geología de cada isla. El más popular es el Archipiélago de las Islas Sociedad donde se encuentran las islas más conocidas como Tahití, Bora Bora y Moorea. Pero sin duda, los otros cuatro archipiélagos de Las Marquesas, Tuatomotu, Gambier y Australes merecen una vista. Cada uno tiene sus particularidades dignas de disfrutar.

No puedes dejar de ver el interior de la Isla de Tahití, subir al Belvedere del Monte Rotui en Moorea, bañarte en Bora Bora, bucear en Fakarava, descuubir las historias de la indómita Nuku Hiva.

Las Islas de Tahití, son un destino donde el viajero es único.