Conil de la Frontera

Es una villa marinera de origen romano y visigodo que, al más puro estilo de la Costa de la Luz, exhibe un fantástico escenario de sol y playa con un toque marinero, herencia de sus tiempos pasados. Además, tiene un conjunto histórico-artístico que se caracteriza por albergar calles de origen medieval y varios edificios de gran atractivo turístico.

Sus playas de aguas cristalinas y arena blanca se extienden a lo largo de 14 kilómetros, entre las que destacan la Playa de la Fontanilla y la Playa de los Bateles, que se sitúa cerca del casco urbano y está dotada de todo tipo de servicios, además de que suele utilizarse para practicar deportes como el windsurf y el kitesurf. La Playa de Castilnovo es todo lo contrario, una zona virgen, con un nivel bajo de ocupación, pero muy frecuentada por el público nudista. 

La Fuente del Gallo es la playa que cubre toda la demanda de la Urbanización Fuente del Gallo. Está arropada por acantilados y en ella se puede contemplar uno de los mejores atardeceres de Conil, típicos de la Costa de la Luz. Y, la Cala de Roche está considerada como una de las mejores de la localidad, que cubre principalmente las visitas de los residentes y viajeros que pernoctan en la Urbanización de Roche. 

Conil de la Frontera cuenta con varias torres vigía que servían para defenderse de todo tipo de ataques, entre las que sobresale la Torre de Guzmán, procedente de los siglos XIV y XV. Formaba parte del castillo y de la antigua muralla que rodeaba Conil antiguamente, y está conectada con las torres vecinas. Además de su función defensiva, también servía de ayuda a los pescadores para avistar los atunes tan famosos de esta tierra. Actualmente su parte superior es utilizada para contemplar unas vistas únicas de la localidad y de su litoral. 

Cuenta con una localización privilegiada, situada en plena Plaza de Santa Catalina, que acoge algunos monumentos destacados como la Casa del Cabildo, la Iglesia de Santa Catalina y la Ermita de Jesús. 

Esta iglesia es originaria del siglo XV, aunque la que se observa hoy en día ha sufrido varias remodelaciones, por lo que es difícil contemplar el primitivo templo mudéjar que se creó bajo el mandato de los Duques de Medina Sidonia. 

Merece la pena mencionar los libros de bautismos, matrimonios y defunciones que conserva en perfecto estado. Estos documentos de gran valor histórico están acogidos actualmente en el Centro de Interpretación Turística y Medioambiental de Santa Catalina, que funciona como centro cultural y exposiciones. 

La Chanca es un centro de exposiciones emplazado en un edificio industrial del siglo XVI que funciona como centro de interpretación y documentación del mar, el atún y la almadraba, en el que se realizan diversas actividades culturales. 

En uno de sus edificios, el Almacén de Pertrechos, el visitante puede documentarse acerca de la historia de La Chanca y de Conil, y a su vez, obtener información del litoral de la ciudad. El Almacén de la Sal está orientado a mostrar el arte de la almadraba, la importancia del atún en la gastronomía de Conil de la Frontera y la industria de la pesca. 

El Centro de Documentación del Mar cuenta con un archivo que recoge documentos científicos e históricos relacionados con el mundo oceánico.