Rota

Es una localidad costera bañada por el Océano Atlántico que ha viajado en el tiempo para transformarse en un reclamo turístico moderno y cosmopolita de la Costa de la Luz. Aparte del turismo, su principal motor económico lo forma la actividad que desarrolla su Base Naval, lo que hizo pasar a un segundo plano el arte de la “mayetería”, un tipo de agricultura tradicional típico de la villa. 

Rota cuenta con un total de 16 kilómetros de playas de tonos dorados y aguas tranquilas que además de permitir el baño y tomar el sol en la toalla, son ideales para la práctica de actividades náuticas. 

La más significativa es la Playa de la Costilla, que es la más transitada del municipio debido a su cercanía con el casco urbano. Está dotada de todo tipo de servicios, un paseo marítimo y es ideal para las familias con niños. La Playa El Chorrillo, situada junto al puerto deportivo, también es bastante frecuentada, sobre todo por los aficionados a deportes como el windsurf o la vela. En cambio, su vecina, la Playa del Rompidillo, es mucho más tranquila y su nivel de ocupación es menor. Además, gracias a su poca profundidad es una de las favoritas de las familias. 

La Ballena es otra de las playas más conocidas de Rota, situada junto al enorme complejo hotelero Costa Ballena. Debido a su popularidad y al amplio abanico de servicios que ofrece es bastante frecuentada y destaca por la naturaleza que la compone, pues no ha sido manipulada por el ser humano. Y por otro lado está Punta Candor, una playa salvaje rodeada de pinares y alejada de la multitud, perfecta para desconectar. 

Se trata de sistemas de pesca muy antiguos que consisten en cercar un perímetro en el mar con piedras, de manera que cuando el oleaje es fuerte arrastra dichas rocas y así las especies quedan atrapadas cuando la marea baja. Cuando esto sucede los catadores se encargan de recogerlas con herramientas específicas para ello, encontrándose algunas como lenguados, pulpos y sepias. 

El origen de esta técnica da lugar a dudas, pues hay historiadores que se decantan porque fueron los árabes quiénes dejaron este legado, mientras que otros opinan que indudablemente se heredó de los romanos. Las razones en las que se basan para argumentar que su origen es romano son las siguientes: los utensilios usados por ellos eran muy similares a los actuales y es que se tiene constancia de que en la isla francesa de Oleron, donde hubo presencia romana, también se realizó este mismo procedimiento. En su interior también se colocan jarifes, unos refugios de piedra que en realidad sirven de cepo para los peces. 

La Playa de los Corrales, bordeada por el Pinar de la Almadraba, es la que acoge los 5 corrales de Rota, auténticos tesoros del mar que merecen una visita para contemplar este arte de pesca tan primitivo. 

El Castillo de Luna es originario del siglo XIII y fue construido sobre un antiguo ribat musulmán bajo el mandato de Guzmán el Bueno. Fue usado principalmente como residencia por los Ponce de León para pasar a ser de forma temporal un hospital y colegio que acabó convirtiéndose en la sede del actual ayuntamiento de Rota. En el día de hoy es uno de los monumentos de mayor importancia de la ciudad. 

Se asienta sobre una planta rectangular acompañada de 5 torres que giran en torno a un patio de estilo gótico y unos zócalos pintados con motivos mudéjares que recuerdan al visitante sus orígenes árabes. 

Rota se originó con una muralla que rodeaba la villa para separar el ribat de los asentamientos anexos a la fortaleza, aunque posteriormente adquirió una función más defensiva a pesar de su escasa solidez y de la ausencia de torres con las que contaba. Actualmente solo quedan en pie algunos tramos del muro ovalado y algunas de las puertas que daban acceso a la ciudad, como la Puerta del Mar, la Puerta de Jerez o la Puerta de Sanlúcar. 

La Iglesia de Nuestra Señora de la O es una parroquia católica edificada en el siglo XVI en estilo gótico y renacentista, aunque su decoración interior procede principalmente de la época barroca. Ha sido fruto de varias transformaciones hasta llegar a ser la que es hoy en día, formada por 5 capillas y una decoración exterior muy sobria. De su interior cabe destacar el órgano, los azulejos trianeros, las imágenes del coro y numerosas piezas de plata.  

La Torre de la Merced es la única parte viva de lo que un día fue el Convento de la Merced, que se inició a principios del siglo XVII. Se destruyó debido a un terremoto que se produjo en 1722 y desde entonces ha sufrido varias remodelaciones. Su parte más destacada es la cúpula de piedra adornada con azulejos blancos y azules, aunque únicamente es accesible su planta baja, empleada como sala de exposiciones.