Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama

En la Comunidad de Madrid hay numerosos espacios naturales protegidos y de alto valor ecológico, como el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, el Parque Regional del Sureste, el Parque Regional del curso medio del río Guadarrama y su entorno, el Hayedo de Montejo (más información en la sección “Patrimonio de la Humanidad”) o la Reserva Natural El Regajal-Mar de Ontígola, entre otros. Desde 2013, se suma el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, ampliando hasta un 15% el porcentaje de territorio protegido en la región.

El más joven de los Parques Nacionales españoles, 4º en extensión, se ha convertido pronto en el segundo más visitado, con más de 3 millones de visitantes al año. A continuación te contamos por qué.

En sus más de 30.000 hectáreas, que se extienden entre las provincias de Madrid y su vecina Segovia, se protegen los once ecosistemas presentes en la Sierra de Guadarrama - algunos de carácter único, como los de alta montaña mediterránea -, casi 1.300 especies animales - 13 de ellas en peligro de extinción -, que representan el 45% de la fauna española y el 18% de la europea, y unas 1.500 vegetales autóctonas englobadas en 30 tipos de vegetación diferentes. Se trata, pues, de un espacio de gran relevancia en cuanto a biodiversidad.

Entre las especies animales más destacadas, podemos destacar la cabra hispánica, el lobo, el gato montés, el lagarto ocelado, el águila imperial, el águila real, el búho real, el buitre leonado, el buitre negro o la garza real, además de varios tipos de culebras y víboras, corzos y ciervos, jinetas, jabalíes, abubillas, cigüeñas blancas y negras, martín pescador, petirrojos, lechuzas, y un largo etcétera.

De la flora destacan los pinos de distintas especies, los bojs, los castaños, las encinas, los rebollos, los tejos, el majuelo, el piorno, o la seta cardo, entre otras muchas.

Resulta muy interesante la orografía del terreno. La Sierra de Guadarrama forma parte del Sistema Central, que divide las mesetas norte y sur, cuyas placas la originaron al chocar en la Era Terciaria - si bien los materiales que afloraron en el proceso son aún más antiguos -. Sus montañas, con una altura media de 1.000 metros, alcanzan su cénit en el Pico de Peñalara (2.428 metros).

El granito es la roca estrella en toda la zona, sobre todo la variedad gneis. También es muy abundante la pizarra. Ambos elementos están muy presentes en la arquitectura típica de la zona, a la que se une el uso de las tejas árabes en los tejados y la madera en los balcones y aleros. Lo podemos comprobar en las poblaciones cercanas, como Guadarrama, Cercedilla, Navacerrada, Manzanares El Real, Miraflores de la Sierra o Rascafría, entre otras muchas (más información de estas tres últimas localidades en la sección “Pueblos madrileños con encanto”), o en los pequeños pueblos de la vertiente segoviana de la sierra.

El turismo está cobrando cada vez más importancia, debido a la declaración de Parque Nacional, al rico patrimonio histórico y monumental que atesoran algunas de sus poblaciones, y al entorno natural que favorece la práctica de actividades y deportes al aire libre - desde el senderismo al paracaidismo, pasando por baños en piscinas naturales, barranquismo, escalada, montañismo, esquí o, simplemente, picnics en sus áreas recreativas -. Pero en la Sierra de Guadarrama sigue teniendo peso el aprovechamiento forestal y, sobre todo, la ganadería. De hecho, la “Carne de la Sierra de Guadarrama” ha adquirido un gran prestigio en los últimos años por su calidad, fruto de un uso sostenible de los pastos para la alimentación de las reses.

Entre los numerosos lugares de interés, podemos destacar los siguientes:

- El Parque Natural de la Cumbre, Circo y Lagunas de Peñalara. Alberga varias lagunas de alto valor ecológico, tres pequeños circos y dos morrenas de origen glaciar, además de las cumbres más altas de la Sierra de Guadarrama, con el Pico de Peñalara a la cabeza.

- La Pedriza. Quizás el área más conocida del Parque por la belleza de sus paisajes, un paraíso para los escaladores. Sus formaciones rocosas presentan curiosas formas con nombres tan evocadores como “Los Riscos de los Fantasmas”, “El Risco del Yelmo”, “El Carro del Diablo”, “El Elefantito” o “Las Cuatro Damas”. También es conocida la “Charca Verde”.

- La Bola del Mundo. Esta montaña que alcanza 2.257 metros de altitud, tiene muy cerca de su cumbre el llamado “Ventisquero de la Condesa”, lugar de nacimiento del Río Manzanares.

- Entre otras muchas localidades de interés, en la vertiente segoviana del Parque se encuentra el Real Sitio de San Ildefonso. Entre sus numerosos monumentos podemos destacar la Antigua Real Fábrica de Cristales de La Granja (siglo XVIII), la Casa de Infantes (hoy Parador Nacional de Turismo) y, especialmente, el Palacio Real de La Granja y los Jardines de San Ildefonso (siglo XVIII), de inspiración versallesca y famoso por sus fuentes y refinada belleza.

- No muy lejos de Rascafría, junto al Arroyo Valhondillo, se encuentra el conocido como “Tejo de Barondillo”, un ejemplar de este tipo de árbol con unos 2.000 años de antigüedad, lo que le convierte en el ser vivo más longevo, no sólo de la Sierra de Guadarrama, sino de toda la Comunidad de Madrid.

Hay un total de 5 Centros de Visitantes: Peñalara, Valle de la Fuenfría, La Pedriza, El Paular y Valsaín.