Balneario Cervantes

Comentarios destacados

• 402penelopen

  25 agosto 2019
  Oasis de paz y tranquilidad

  Acudir al Balneario Cervantes en Santa Cruz de Mudela es todo un acierto si se busca tranquilidad para desconectar de la rutina diaria. El edificio transmite serenidad, sus aguas procedentes de dos manantiales poseen propiedades distintas y son beneficiosas para dolencias como la osteoporosis, la artritis o para problemas digestivos. Dispone de 1300 m de zona de aguas, variados tratamientos con distintas técnicas. El personal es muy amable y colaborador para resolver cualquier necesidad que puede surgir al alojado. En mi caso destacar el servicio de recepción, restauración y del propio Director que en todo momento ha estado cercano y resolutivo con una incidencia en los tratamientos contratados por mis padres. Todas las zonas comunes y de descanso aportan paz, desde las salas interiores, pasando por el patio interior, la piscina exterior o la cafeteria y la zona se entretenimiento. Muy adecuado tanto para personas que viajan solas, en pareja o familias, disponen de habitaciones para cada necesidad. Disponen de platos sin gluten en carta. Indispensable su paso por este Balneario en Ciudad Real, un verdadero oasis en el campo de Calatrava.

  

• elisa p

  01 noviembre 2019
  Nada es lo que parece

  No sabría por donde empezar... se publicita como un 4 estrellas de la cadena relais termal, y no merecería ser ni hostal de 2 estrellas , en cuanto a la calidad de las instalaciones. Debería renovar mobiliario, baños... Respecto al personal de la cafetería y a los menús que ofertan son francamente indefinibles. Solo ofrecen dos menús caros, no hay carta en el restaurante y si optas por la cafetería la oferta es limitadísima y atendida por un camarero que se le nota en desagrado con su puesto de trabajo. Y una cosa más,.... fuimos con la Smartbox, ... que no os den la habitación al final del pasillo.... por la noche pasan trenes de mercancías cada dos horas por la vía contigua y no hay manera de dormir!!! Buena suerte. Nosotros no volveremos.

  

• andrespalmer

  03 noviembre 2019
  Cuando rancio no implica con encanto

  Mi resumen de una visita de un fin de semana: - Descorchones en la pintura de las paredes de exterior, una mano de pintura no vendría mal. - Decoración de los años 90 en toda la habitación, baldosas pequeñas estilo piscina por todas partes. - Huele a humedad todo el hotel, es un balneario, pero desde la habitación al pasillo huele a humedad. - Restaurante: Daría para un libro, vamos con un menu que cuesta 25 (prepago), si quieres el de 29 tienes que pagarlo entero, no permiten pagar la diferencia. El precio desorbitado para lo que ofrecen, se aprovechan que es complicado salir de allí. - La vegetación puede describirse como naturaleza muerta. - Si contratas el baño de color rojo, implica que con el bañador que entres, tendrá todo si interior de color marrón durante muuuuuuuucho tiempo, un aviso indicando que eso sucedería, se agradecería. - Tiene que gustarte mucho dar paseos y ver Descorchones, así como árboles secos, no hay mucho que hacer allí. - Personal atento, en ese aspecto ninguna queja

  

• F9152KHjl

  29 noviembre 2019
  Las 4 estrellas de este establecimiento, no se ven. MAL para los que acuden por el IMSERSO.

  El hotel tiene habitaciones sucias, con mobiliario desastroso, roto e impresentable como podemos ver en las fotos. El WC tiene una taza sucia, con un fondo negro que da asco para cualquier persona. La comida del restaurante para IMSERSO es mala, parece mentira que no trabajen la excelente cocina manchega para los clientes que van a intentar descansar, tomar aguas "medicinales" y comer medianamente bien. No es posible ni siquiera saborear un vino decente de la zona, y eso que Valdepeñas está a un paso y La Mancha tiene buenos caldos sin necesidad de gastar mucho dinero. Comer en el sitio subterráneo donde ponen a los del IMSERSO, es algo que se sufre durante los días que hay que sobrevivir en ese balneario. El frío que hace en los pasillos donde las personas mayores tienen que esperar a que les llamen para sus tratamientos, da igual que estén con sus albornoces mojados y pillar el resfriado correspondiente. Entras para hacer alguna "terapia" (piscina, baños, jacuzzi, inhalaciones, etc.) miran las listas donde tienen apuntado tu nombre y cuando estás dentro, vuelven a llamarte. Una organización extraña. Los jubilados que han trabajado durante toda su vida, deberían tener derecho a DISTFRUTAR de unos tratamientos decentes, adecuados, y unos servicios como la alimentación y tratos, dignos para su edad porque además PAGAN muy bien lo que se les ha pedido. No se les debe de tratar como "externos" y marginarlos de forma distinta a otro cliente que no acude por el IMSERSO.

  

• mariajebec

  02 diciembre 2019
  Aguas termales

  Un balneario tranquilo, está totalmente aislado de la civilización, necesitas coche para todo y los pueblos cercanos no están cerca quitando Santa Cruz de Mudela pero es un pueblo que no tiene nada. Está rodeado de jardines con bastante vegetación y flores. La habitación era tipo apartamento con un saloncito pequeño donde ves la TV, si te gusta verla desde la cama no puede ser. La comida está simplemente correcta en calidad y servicio. El edificio es bonito pero necesita una buena conservación y las habitaciones una limpieza más a fondo.