Lanzarote

Todas y cada una de las islas que forman parte del archipiélago de las Canarias son fascinantes, pero hoy toca hablar de Lanzarote y su espectacular orografía. No hay nada mejor que dejarse llevar, tomar un avión y plantarse en un abrir y cerrar de ojos.

Sí, hay muchas razones para visitar Lanzarote, ¿quieres conocer algunas de ellas?

Parque Nacional del Timanfaya

El Parque Nacional del Timanfaya tiene el honor de ser el único parque nacional de la red española de carácter eminentemente geológico.

Dentro del parque encontramos 25 volcanes repartidos en una superficie de 51 km. La visita obligada, la Ruta de los Volcanes, en autobús, recorre unos 14 kilómetros donde podrás observar la Montaña de Fuego, la Caldera del Corazoncillo o la Montaña Rajada.

Los Jameos del Agua

Los Jameos del Agua son, sin duda, la obra maestra del artista lanzaroteño César Manrique; un jardín tropical construido en el interior de un tubo volcánico y uno de los Centros de Arte, Cultura y Turismo más visitados. Se encuentra en el norte de la isla, en el municipio de Haría.  En su interior, un lago natural de agua salada, tímidamente iluminado por los rayos del sol, es el hogar de un pequeño cangrejo albino y ciego único en el mundo.  El centro cuenta también con un pequeño centro de interpretación dedicado al mundo de los volcanes.  

La Cueva de los Verdes

También en Haría, en pleno Malpaís de La Corona, se encuentra esta cueva, un conjunto de galerías formadas por el paso de la lava hace 20.000 años  repletas de historia y leyendas. Fue  refugio de la población local frente a los ataques piratas en los siglos XVI y XVII y hoy se puede visitar con guía y disfrutar de su atmósfera única creada con juegos de luz, color y sonido. Una sorpresa te espera al final de esta visita.  ¡Recuerda guardar el secreto! 

El Charco de los Clicos

Otra visita imprescindible en Lanzarote es el Lago Verde o Charco de los Clicos, un espacio natural único en la costa de El Golfo. Se trata de una pequeña laguna salada formada en el interior de un cráter volcánico abierto al mar cuyas aguas lucen un intenso color verde. El fitoplancton que habita el charco es el responsable de este singular fenómeno que nos regala una hermosa postal. 

El Mirador del Río 
Diseñado también por César Manrique, se trata de un mirador camuflado en los acantilados del Risco de Famara, a unos 450 metros de altitud. Desde aquí se puede disfrutar de unas vistas únicas del norte Lanzarote y, en el horizonte, el perfil de La Graciosa, la mayor de las islas que forman el Archipiélago Chinijo.