Terramar

Comentarios destacados

• carlesterraza

  17 agosto 2020
  A pie de playa

  Buen hotel situado en el paseo de Llafranc. Totalmente reformado. Habitaciones espaciosas y con muy buenos acabados. Dispone de un desayuno (14) y de un restaurante propio (necesario reservar, unos 35-40 por persona). Aunque un pelín caro, vale la pena si quieres estar en la misma playa. Dos apuntes negativos: el parking está situado a unos 300 metros y no dispone de unos vestuarios para asearte (creo que debería ser imprescindible para poder salir arreglado el día del check-out si quieres aprovechar el último día de playa).

  

• juan_ruiz_1970

  23 agosto 2020
  Excelencia en los detalles

  Es un hotel con mucho encanto. Se nota que se preocupan por los clientes porque cuidan los detalles. Habitaciones impecables en limpieza y servicios muy buenos como un wifi de calidad. Ubicación inmejorable. El restaurante ofrece muy buena calidad. Utilizan servilletas y manteles de algodón de buena calidad, algo que se agradece mucho y garantiza desinfección mucho mayor que los manteles reutilizables que deberían prohibir desde sanidad. Un detalle de la excelencia que ofrecen es que planchan los manteles del restaurante sobre las mesas. Repetiremos seguro !

  

• Fenixjoan

  24 agosto 2020
  Perfecto para disfrutar del pueblo y de la playa

  Nos alojamos una semana en pleno mes de agosto. La elección no pudo ser mejor. A escasos metros de la playa con una oferta de restauración muy buena, y una atención inmejorable. Las habitaciones confortables y suficientes para lo que se pide. Atenciones extras como toallas de playa y amenities. Sin duda un lugar perfecto para alojarse en este pueblo de la Costa Brava.

  

• car-gonza-pat

  06 septiembre 2020
  Muy recomendable

  Estuvimos con la familia el pasado fin de semana y nos gustó muchísimo. Está a pie de playa, el servicio muy atento y amable y el restaurante de muy buena cualidad. Repetiremos y esta vez entre semana porqué habrá menos gente en la playa y será como estar en un paraíso.

  

• Yzaak

  07 septiembre 2020
  Apatía en la gestión de quejas y Publicidad engañosa en la descripción de las habitaciones

  El hotel es un 10 en ubicación, acabados de la habitación, comodidad de la cama, cuarto de baño y presión de agua, ametinies ecológicas, servicio y variedad del desayuno ( especial mención a la amabilidad de Luciana y Maribel). Donde fallan estrepitosamente en la gestión de incidencias y empatía de los recepcionistas (Juanjo n y su compañero de turno el viernes 4 por la tarde noche) y en la publicidad engañosa de vender una habitación con vista mar para"deleitarse" con las vistas. Reservamos una habitación exterior con terraza con vistas. Las fotos que acompañaban a la descripción incluía unas preciosa perspectiva de la playa y el mar Mediterráneo. En cambio la habitación que recibimos fue la 301, cuya vista a un horrible solarium verde, adjunta a este comentario, no se correspondía con las expectativas generadas por la descripción y la foto de la web. Al minuto de hacer check in y entrar en la habitación llamamos a recepción donde fuimos atendido por Juanjo que nos comunicó de forma seca y con falta total de empatía que no había disponibilidad para cambio ni para misma noche ni para el día siguiente. Antes de ir a cenar volvimos a reclamar que esta habitación no se correspondía con lo publicitado en la web a lo que esta vez su compañero de recepción, una vez mostrando falta de empatía y sensibilidad e interés en complacer a su clientes, no comunicó que no podían hacer nada. Una vez más al día siguiente volvimos a hablar con Juanjo al que le inquirimos que hablara con Dirección y que nos diera una solución a nuestra petición. Juanon ni nadie de dirección nunca se puso en contacto con nosotros para darnos una respuesta. El día del check out volvimos a preguntar si tenían una resolución de nuestra queja. El compañero de turno de Juanjo, Alex, no sabía nada de nuestra situación y el propio Juanjo, una vez más de forma totalmente desinteresada y apática nos comunicó que no se podía hacer nada. Ante esa situación pedimos la factura, pagamos y pedimos la hoja de reclamaciones. Al poco de empezar a rellenarla se acerco Maria Angels, adjunta de dirección, para interesarse por lo ocurrido. Acepté sus disculpas pero tampoco nos dio una solución enérgica y contundente para darle la vuelta a nuestra mala experiencia en su establecimiento. Confío que esta opinión sea bien recibida para la dirección y propiedad del establecimiento y tomen las medidas oportunas para evitar que otros clientes sientan la misma frustración y decepción ante la falta de formación en gestión de incidencias, comunicación y desapego y carencia de empatía del equipo de recepción del Hotel Terramar.