Pullman Riga Old Town

Comentarios destacados

• Manuking

  17 agosto 2018
  Muy bueno pero no del todo.

  Mucho le costó llegar al autobús al hotel pero al fín lo consiguió. Al estar al lado del partamento no se puede llegar a la puerta. Pero tampoco pasa nada por llevar la maleta por el pequeño parque que hay en frente. Fachada bonita y recepción original, con el bar integrado de forma adecuada. Moderno pero con detalles de categoría. La habitación estaba en un primer piso y al entrar nos pareció espectacular. Y lo era. Grande (debe de haber dos tipos de habitaciones según he leído en los comentarios) con dos camas también grandes. Colchones, almohadas y ropa de cama de calidad. Iluminación adecuada con distintos ambientes. Y un inmeso y completo cuarto de baño, con separación de taza, ducha, lavabos... Excelente. De cinco estrellas. Todo bien hasta que vas y abres lasa cortinas y te encuentras que la ventana da a la recepción. Sí a la recepción, al bar. Vamos que solo te hace falta dar una voz y lo mismo el barman te acerca una cerveza. Eso si miras para abajo. Si miras de frente te encuentras otras ventanas en la misma circunstancia que la tuya. No sé. Reconozco que en una ciudad como Riga y en la situación en que se encuentra el hotel no es facil tener muchas habitaciones al exterior, pero al menos a un patio interior, no a la recepción. Las habitaciones donde no puedo ver la luz de sol, que dan a un interior pero muy interior, me producen claustrofobia. En fín. Una pena. Nada es perfecto. No debiera de haberle dado tanta puntuación. Pero he de reconocer que otras cosas compensaban esa habitación encima del bar de la recepción. Por ejemplo, compensaba la ubicación céntrica, increiblemente céntrica a tres minutos de dos de de las catedrales, de la plaza, y muy cerca de las calles principales. El desayuno también muy bueno. De calidad y variado. Wifi rápido. Todo muy bien. Excepto lo dicho. Ni nada ni nadie es perfecto.

  

• Mariann M

  18 octubre 2018
  Excelente hotel, con encanto y a pocos metros del centro

  Hotel con una decoración diferente, muy bonito. Habitaciones grandes, cómodas y muy limpias. Las zonas comunes muy originales y confortables. El desayuno muy completo y con productos de calidad. El resto de comidas las hicimos fuera del hotel, así que no puedo opinar. A escasos metros del centro y de todo el ambiente. Personal amable y atento, siempre dispuestos a ayudar. Volvería sin dudarlo.

  

• paularQ6354CR

  24 junio 2019
  Céntrico y buen desayuno.

  Bonito hotel y muy recomendable para una escapada a Riga. Está muy céntrico, a un paso de la ciudad antigua. Las habitaciones son confortables y bien equipadas. El baño amplio y con una buena ducha. El desayuno de 10.

  

• juanaQ1408LJ

  16 agosto 2019
  Decepcionante

  Las 5 estrellas las tiene en la decoración, restaurante y localización, porque ni el trato ni sobretodo, la habitación "superior" que teníamos llega a 3. Vistas a un patio interior, cortinas que no tapan la luz y a pesar de estar en un patio interior, a las 7 de la mañana ya te daba la luz en toda la cara...pero bueno, lo peor, bañera, sin mampara o cortina, con una cutre alcachofa , con lo cual no te podías duchar bien sin llenar todo el baño de agua, nk hay secador, y las amenities del baño justitas justitas , las camas con ruedas , osea que,simplemente, al sentarte , se movía, y bastante. Pueden parecer pijadas pero estamos hablando de un 5 estrellas que además, no era barato. Mención aparte el chico que nos atendió en la recepción que no era la simpatía en persona ni ayudo mucho cuando le preguntamos sobre informaciones básicas turísticas. NO LO RECOMIENDO

  

• viajeroatento

  22 agosto 2019
  Un no-lugar espantoso

  El hotel que habíamos pedido estaba completo y nuestro agente nos derivó al Pullman. Nunca, en mi larga vida de viajero, había visto algo tan siniestro, ni siquiera en el tercer mundo o en los albergues de estudiantes de mi lejana juventud. Tras una fachada histórica y después de una entrada con absurdas barreras arquitectónicas, se esconde una especie de inmensa cheka diseñada por un hipotético peor arquitecto del mundo en forma de angustioso pozo y compuesta por infinitas celdas exiguas y sin prácticamente luz natural ni ventilación. Las celdas no están propiamente amuebladas, tienen repisas de contrachapado con ángulos asesinos y dos sillas manchadas, ni siquiera una mesa fija. No hay apenas espacio para la ropa. Las toallas usadas del lavabo hay que colgarlas de unos ganchos dentro de la celda. Todo es desesperantemente cheap, oscuro y nunca ventilado. En mi celda vivían varios insectos que me atormentaban por las noches. Pensé estar viviendo una pesadilla o un experimento de tortura psicológica. Este horror se combina con el efecto que el capitalismo salvaje va imponiendo en los hoteles : cada palmo cuadrado ha de ser rentable así que no hay ningún salón donde sentarse y el propio lobby está ocupado por una enorme barra de bar por la que hay que pasar (menores incuídos, naturalmente) para alcanzar el ascensor. Pensábamos quedarnos 5 noches pero tras la segunda nos fuimos al encantador hotel al que queríamos ir desde el principio sin importarnos perder el dinero de la reserva (que de hecho fue asumido resignadamente por la agencia). El personal es tanto más amable cuanto más modesto (el único capaz de sonreir sinceramente es un inmigrante repartidor de botellitas de agua) y según sube de categoría más arrogante y poco simpático. Ese no-lugar está calificado como hotel de 5 estrellas !!!!!. Marcharnos fue una liberación y pudimos volver a disfrutar en paz de la luz y la belleza excepcional de Riga.