Hotel Rural Paraje del Asturcón

Comentarios destacados

• santimh

  17 marzo 2019
  Como en casa

  Estuvimos hace una semana disfrutando de este increíble hotel rural que nos habían aconsejado. El emplazamiento es ideal y las vistas preciosas, despertarse viendo la ría no tiene precio. El hotel destaca por su limpieza y la comodidad de su cama, era tocarla y caer durante horas sin tenerlo previsto. Eduardo nos trató como si fuéramos familia y nos aconsejó sobre posibles rutas para no perdernos nada de la zona, lo cual se agradece. Mención especial también a Sophie, una cariñosa perra que ameniza la estancia. Sin duda lo recomendaría.

  

• gluisg

  27 abril 2019
  Destino para descansar perfecto

  Situado en un entorno maravilloso con unas vistas espectaculares. El sitio está lleno de encanto, decorado de manera rústica pero todo muy funcional. El dueño del hotel nos estuvo explicando todo lo que necesitábamos sobre que visitar y donde ir. Además nos dio indicaciones de los restaurantes más buenos del los distintos lugares. Nos facilitó mapas de los sitios que nos recomendaba. Las instalaciones están muy bien cuidadas y son muy cómodas. El desayuno era toda una delicia. Tanto el sitio como la atención ha sido muy buena. Es un sitio totalmente recomendable para quedarse.

  

• otroantonio77

  16 junio 2019
  Magnifica ubicacion y trato

  Hermosa casa rural situada en un paraje idílico con unas vistas excepcionales. Bien cuidado y decorado, limpio, habitaciones amplias. Un trato por parte de Eduardo muy amable y ayudando en direcciones y consejos. Como sugerencia podria ampliar el desayuno, que (aunque ya se anuncia como continental) no hubiera estado mal poner un poco de queso o jamon (sin tener que abrir la cocina), aunque cobre 1 euro mas

  

• DanielJFV

  16 julio 2019
  No es un hotel familiar

  Nuestra estancia tuvo luces y sombras. El lugar es espectacular pero el hotel tiene deficiencias importantes. Las habitaciones de abajo son casi inhabitables, con muchísima humedad y olores horribles a cañerías. Lo peor de este aspecto es que ya ha habido muchas quejas al respecto y parece que no se le busca solución. Por otro lado el hotel no es para ir con niños, no solo no se ofrece servicio de cenas sino que además no permiten que uno pueda llevar la comida para dar de cenar a los niños que tienen sus horarios especiales... El dueño es una persona peculiar, por momentos se muestra simpático y colaborador a la hora de planificar excursiones, pero en otros momentos se muestra muy poco cordial si lo que se le plantea no está dentro de sus reglas del hotel, como por ejemplo permitir cenar en el lugar donde se desayuna... según él esa zona no está habilitada para comer (después del desayuno, se entiende) y propone irse a zonas de pícnic fuera del hotel para cenar con los niños. Da la sensación de que entiende que los clientes son invitados a su casa y que deben seguir sus normas, en lugar de verlos como lo que son, clientes que están pagando un precio nada barato y a los que debería ayudar en lugar de regañar. El lugar podría ser un hotel de 10, pero la situación de las habitaciones de la planta baja, la humedad, los olores, y el concepto erróneo de lo que es la hostelería del dueño, hacen que quede muy por debajo de esa nota. Para adultos que no tengan horarios y elijan las habitaciones de arriba.... ningún problema más allá de los posibles ruidos de las otras situaciones y el escaso desayuno.

  

• elenai567

  25 julio 2019
  Maravillosa experiencia entre el Cantábrico y los Picos de Europa.

  El enclave es espectacular, contando con unas vistas maravillosas. El hotel es cómodo, preparado para que las personas que deseen quedarse hasta tarde no molesten al resto de los huéspedes y muy limpio. Además, la decoración es de un gusto exquisito, lleno de detalles. El desayuno buenísimo y con varias opciones. Pero lo mejor es la amabilidad de su dueño, el señor Eduardo, que estuvo muy atento en todo momento y nos dio varios consejos para disfrutar aún más de la zona.