Alberg la Comella

Comentarios destacados

• vero g

  06 diciembre 2015
  mejorable!

  Buenas instalaciones, limpieza correcta y entorno precioso. Inconvenientes: - la calefaccion en las habitaciones es mínima. Mucho frio. - no existe juego completo de sábanas. - dificultad para el acceso para comer y cenar

  

• Josep C

  23 marzo 2016
  Muy bien para ir con amigos!

  Realmente tienen una oferta que incluye forfait en Vallnord, alojamiento y desayuno que está fantástica! Las instalaciones son muy nuevas, las habitaciones limpias y con taquillas y con wifi en toda la instalación! Solo falta un poco de limpieza en los aseos compartidos. Está un poco perdido en la montaña, pero se está muy tranquilo!

  

• jose m

  29 julio 2016
  Buen hostel

  Esta bien ubicado a pesar de no estar tan cerca del centro como esperaba, es de lo más barato para alojarse en Andorra La Vella, sirven un muy buen desayuno y tienen buena señal para la conexipon de wifi, buen trato por parte del personal

  

• acarrerac

  02 octubre 2016
  Moderno y muy limpio

  Muy limpio, a pocos km de Andorra la Vella, ideal para ir co niños. WiFi, gimnasio, rocodromo, sala de juegos y lectura, campo de futbol 5, varias zonas para jugar a basket, y campo de arena para jugar a boley y a futbol playa. Dutxas comunitarias con cortinillas. Habitaciones de 10 literas.

  

• manresanio

  04 enero 2017
  Mal gestionado y muy alejado.

  El Albergue se encuentra bastante alejado del núcleo urbano (4km aprox). Está encaramado en la montaña y el trayecto a pie puede significar una hora caminando de bajada, y una hora y media de subida, ya que la cuesta es pronunciada. No lo recomiendo a menos que no se disponga de vehículo con el que ir y venir. El interior es espartano, no esperes ningún tipo de lujo ni comodidad. La recepción fue más bien fría: ni una sonrisa, ni un bienvenidos y prácticamente no nos dijo ni hola. Al parecer, nuestra visita parecía suponer una enorme molestia a la recepcionista, que debía estar muy ocupada en "otras cosas". Al llegar te dan una sábana y un cubre almohadas. La sábana es para cubrir el colchón (que está bastante trillado y algo sucio). El cubre almohadas es correcto. Cada litera tiene una manta, que vete tú a saber por dónde ha estado y cuanto hace que no se lava. Las habitaciones son correctas para grupos grandes, las literas aguantan, parecen sólidas, pero los colchones no han pasado la última ITV. Sinceramente, apenas pude dormir. El colchón era muy incómodo, y me levanté cansado y molido. El lugar, como mínimo, es caliente. Calefacción a tope. En general, las instalaciones no acaban de estar todo lo limpias que uno desearía. El interior tiene un reconocible olor a cerrado y calcetín húmedo. Se nota que hace semanas que no ventilan. Los aseos están más bien sucios, hacía algunos días que nadie pasaba la fregona o desinfectaba el WC. Los depósitos de jabón de las picas, vacíos (era de esperar). El albergue tiene un pequeño rocódromo y una sala polivalente donde pasar el rato. Los sofás de la zona de juegos parecen sacados de un vertedero y la gran sala olía a tabaco. El desayuno (incluído) te aporta los nutrientes justos y necesarios para llegar a la estación de esquí o a la ciudad sin desmayarte. En nuestro caso, café con leche, tostadas con el pan seco de hace una semana, mantequilla y mermelada (tarrinas individuales). Unas lonchas de jamón y otras tantas de queso. Nada de fruta, yogur o similar. El albergue dispone de una enorme cocina de acero que parece nueva y absolutamente infrautilizada, en la que había una preciosa bandeja llena de donuts de cocholate que la recepcionista había "olvidado" poner a disposición de los comensales. Ahí se quedó, pues al no estar ubicada en el buffet, nos dio vergüenza preguntar si aquello era "para nosotros". En todo caso, el lugar tiene instalaciones suficientes como para ofrecer a los visitantes un almuerzo mucho más completo. En conclusión, es un sitio de batalla o último recurso (este fue nuestro caso). Es completamente válido si esto encaja en tu estilo de viaje. Para ir de mochileo está genial, como alternativa a los hoteles o hostales de Andorra la Vella, es más bien triste.